Desde hace una semana más o menos, cada vez que entro en alguna página de Internet y veo la cara de Max Mosley ilustrando la noticia, me entran sudores fríos. El hombre anda metido en una cruzada de recorte de costes, aumento de la competitividad, o no se sabe muy bien qué, que va camino de arruinar lo que de apasionante tiene la F1.
Ya Esteban lo dejó claro cuando nos comentó las medidas adoptadas por la FIA con vistas a 2008, pero es que cuánto más se lee sobre el tema más raro parece.
Se preguntaba Esteban si querían convertir la F1 en un campeonato de producción. Vistos los equipos que se rumorean para entrar gracias a las nuevas normas, y en las condiciones que lo quieren hacer, esa debe ser la idea más o menos.
Aquí tenéis los documentos con las propuestas para 2008. Si habéis leído alguna vez el BOE, es igual de insoportable. Así que mejor centrarse en el resumen de formula1.com.
Hay medidas que pueden ser positivas: alerón CDG, vuelta a los slicks con presiones regulables por el piloto desde el cockpit, reducir el peso mínimo para evitar el uso de los peligrosos lastres, usar centralitas electrónicas comunes para dificultar ayudas ilegales al pilotaje, o limitar los tests.
Otras son un poco extrañas para una competición como la F1: uso de biocombustibles y tecnología híbrida, o recuperación de la energía perdida en el frenado para ser reutilizada.
Pero algunas son realmente discutibles para una competición de excelencia tecnológica, porque afectan a la capacidad de ingeniería y de desarrollo de los equipos:
Controlar la aparición de nuevas tecnologías, prohibiéndolas ya el primer año si son muy caras y evitando que los demás equipos gasten millones en copiarlas
Los ingenieros listos van a tener que pagar la torpeza de los tontos. Como cuando en el colegio los adelantados tienen que adaptarse al ritmo de los rezagados. Eso está bien en el colegio, pero no en la F1. Si algo cabe en el Reglamento, ¿por qué penalizarlo?
Limitar los motores a 19.000 vueltas y que aguanten tres carreras
Si los cerebritos de Honda o Toyota consiguen en enero un pepino que gire a 19.100 vueltas y que aguante las tres carreras, tendrán que cruzarse de brazos todo el año, detener su evolución y esperar a que los torpes descubran cómo se hace un motor de competición. Al final veremos algún F1 corriendo las 24 Horas de Le Mans.
Limitar las evoluciones aerodinámicas y de chasis que puedan presentarse a lo largo de la temporada
Lo mismo que antes. Los mejores aerodinamicistas no podrán presentar sus mejores ideas si ya han cumplido el “cupo anual”.
Lo más extraño de todo es que a finales de la década pasada y comienzos de la actual, cuando sólo había dos o incluso un equipo competitivos, no se tomaba ninguna decisión para mejorar. Y ahora que han entrado los grandes fabricantes y privados como RedBull con un montón de dinero, que tenemos 5 o 6 equipos muy buenos, y que se vive la mejor situación competitiva, se toman medidas que a nadie parecían hacerle falta.
Si es para que entren equipos como Super Aguri (sin chasis todavía y pensando en los viejos Arrows), Prodrive o Penske (que quiere hacerlo con sólo 80 millones de dólares), entonces mejor que cierren el quiosco y nos pasamos todos a la GP2. La F1 es un 50% pilotos compitiendo y otro 50% competencia tecnológica. Sólo hay que tener en cuenta que el nombre más famoso del deporte y el que tiene más fans no es un piloto sino una Scuderia.
Vía | formula1.com
En MotorPasion | La FIA da vía libre a los cambios