Todavía Williams no consigue puntos en este campeonato y las perspectivas no son las mejores si se considera que en las clasificaciones se está haciendo habitual observar a ambos autos en el fondo de la parrilla, compartiendo lugares con los equipos Caterham y Marussia. La situación en Grove es crítica pues su monoplaza FW35 se ha mostrado nulo en cuanto a competitividad y además ha representado un problema para hacerlo evolucionar. Ningún ajuste ha significado una mejora considerable y lo más preocupante es advertir como se aproximan los coches que tradicionalmente suelen pelearse los últimos lugares en cada carrera.
En el reciente fin de semana, en Williams mantenían cierto nivel de optimismo porque la Fórmula 1 llegaba a suelo europeo. Sin embargo, los pobres desempeños tanto de Pastor Maldonado como de Valtteri Bottas el sábado anunciaban que seguían en el mismo lugar. Luce increíble que todavía ningún piloto de la histórica escudería haya podido puntuar, que ni siquiera se vean disputando posiciones con los equipos de media tabla y peor aún, que Caterham se esté aproximando a paso lento pero sostenido.
Ambos pilotos de Williams admiten que hay mucho trabajo por realizar porque no se tiene idea de dónde está el problema. Se suponía que el FW35 era una evolución del FW34, monoplaza que fue capaz de ganar en España el año pasado y además se mostró competitivo en la mayoría de los circuitos. No obstante, en comparación con la temporada pasada, el descenso en rendimiento es abismal, es como si se hubiese empezado desde cero cuando en realidad se partió de un buen coche. Situación que resulta en la deriva técnica que experimenta el equipo en los actuales momentos.
Por su parte, el piloto venezolano Pastor Maldonado opina que su monoplaza no tiene ritmo así que se debe trabajar muy duro para volver a la senda de la competitividad. Es optimista de cara al próximo Gran Premio de Mónaco pero sostiene que todo el equipo debe motivarse para intentar salir de la crisis.
Vía | nextgen auto
