Aunque no sea algo nuevo, en esta ocasión parece que va en serio. Mercedes-Benz está intentando por todos los medios hacerse con el control a nivel accionarial del equipo McLaren y acabar con la nefasta gestión que estos últimos años está haciendo de la escudería McLaren Mercedes el inefable Ron Dennis.
El escándalo de espionaje que rodeó al equipo de Woking la pasada temporada y que inevitablemente también salpicó a Mercedes parece haber sido la gota que ha colmado el vaso. Desde la dirección de la marca alemana en Stuttgart están de uñas con Dennis, al que acusan de no haber sabido gestionar el asunto del espionaje y al que recientemente le obligaban a cambiar de planes.
La intención de Ron Dennis era no realizar un acto de presentación público para el nuevo monoplaza del 2008, el MP4-23, pero desde la dirección de Mercedes se le exigió modificar esos planes y finalmente el próximo 7 de enero se presentará el coche en el museo histórico de la marca alemana en Stuttgart y con la presencia de la plana mayor de la compañía germana.
Las diferencias entre Dennis y la cúpula de Mercedes son cada vez mayores y el constructor alemán parece dispuesto a hacer lo imposible por aumentar su paquete accionarial en McLaren, que en estos momentos es del 40%. Dennis sólo es propietario del 15%, pero controla el equipo gracias a sus socios y amigos Mansour Ojjeh y Sheikh Ahmed bin Mohamad al Khaliffa, que poseen el 15% y el 30% restante de las acciones.
Si finalmente Dennis vuelve a hacer valer sus influencias y amistades y no cede a las presiones de Mercedes, la compañía alemana no descarta crear su propio equipo de F1 y reverdecer viejos laureles, como ya hiciera en la década de los 50 con el legendario Juan Manuel Fangio.
Vía | Eurosport
