El otro día, el jefe de equipo de Toro Rosso, Franz Tost, aireó a los cuatro vientos que ahora Toro Rosso era una verdadera piña, y que esa unión que se estaba gestando en el equipo B de Red Bull era la principal causa de la notable mejora que presentó el equipo en la recta final de 2007. Para Tost, en Fórmula 1 "nunca se tienen problemas técnicos, sólo se tienen problemas de personal". Y él tiene claro que parte de la culpa del cambio protagonizado en 2007 fueron la llegada del nuevo director técnico, Giorgio Ascanelli, y la de Sebastian Vettel.
Pero en 2008 se presenta un nuevo reto, que no es otro que mejorar los resultados de 2007 y coger puntos más a menudo. Y para empezar, tendrán que hacerlo con el mismo monoplaza con el que acabaran 2007 (actualizado, evidentemente), ya que el RB4 que servirá de base al nuevo monoplaza de Toro Rosso para 2008, no estará listo hasta que el circo de la Fórmula 1 desembarque en tierras europeas, allá por el mes de abril. Sebastian Vettel, sin embargo, no ve en este retraso un hándicap para empezar el año con buen pie: "Ya es oficial que empezaremos con una evolución del coche de este año, pero no creo que sea una gran desventaja. Estará bien. Todos los miembros del equipo están muy motivados, el entorno es genial y tengo ganas que empiece todo".
Sebastian Vettel también es de la misma opinión que su jefe, y asegura que la moral que se respira en Toro Rosso sólo puede conducir a resultados positivos: "Todos están disfrutando de su trabajo, y pienso que formamos un buen equipo para el próximo año, así que estamos trabajando duro. Siempre hay un poco más de empuje si sientes que los chicos están felices".
Desde luego, una ligera diferencia con como se desarrolló el inicio de esta temporada en la escudería Toro Rosso sí que hay. De reproches y enganches hemos pasado a ánimos y elogios. A ver si se nota en la pista...
Vía | Autosport