El desenlace final del que está siendo el Campeonato del Mundo de Rallys más apasionante de los últimos años se conocerá en las islas británicas. O bien este próximo fin de semana en el Rally de Irlanda, o quince días después en Gales conoceremos al Campeón del Mundo. Dos son los candidatos, Marcus Gronholm y Sébastien Loeb.
La primera edición del Rally de Irlanda como prueba puntuable para el Mundial será el primer 'match ball' para Gronholm, que lidera el Campeonato con cuatro puntos de ventaja sobre Loeb. Sin embargo, la prueba irlandesa se disputa sobre asfalto y eso este año está siendo sinónimo de victoria para Citroën y Loeb.
Al tres veces Campeón del Mundo sólo le vale la victoria en Irlanda y debe esperar a que Sordo pueda repetir su fenomenal actuación en Catalunya e interponerse entre él y Gronholm para poder llegar a Gales en igualdad de condiciones con el piloto de Ford. Pero el finlandés ya ha demostrado sobradamente que puede ser también muy rápido sobre asfalto y de hecho, como preparación para esta penúltima prueba del Mundial, Gronholm participó y ganó el Rally de Galway disputado en Irlanda el pasado mes de febrero.
Las especiales irlandesas, rápidas, estrechas y muy bacheadas serán nuevas para todos los pilotos WRC y como ya sucediera en Japón, el número de abandonos podría ser alto y determinante para la lucha por el título.
Tras su abandono en Japón, que finalmente se vio compensado por la retirada de Loeb, Gronholm reconoce que "estoy muy emocionado con este final de temporada. Estar en la lucha por los títulos de constructores y pilotos es una muy buena posición y conseguir ganar los dos será la mejor forma de terminar mi carrera".
Loeb, por su parte, ya ha repetido en más de una ocasión que hará lo imposible para que Gronholm no pueda retirarse con su tercera corona mundial, aunque ha admitido que no les queda otra alternativa que ganar en Irlanda: "Todavía tenemos opciones, pero nuestro margen de maniobra es mínimo".