No está siendo la temporada del alemán. A los fallos mecánicos y errores del equipo se sumó el pasado fin de semana el que posiblemente haya sido uno de los fines de semanas más desafortunados de la carrera deportiva de Michael Schumacher. La carrera de Hungría no comenzaba nada bien. El piloto de Mercedes tenía que salir desde la 17ª plaza de parrilla tras una desastrosa sesión de clasificación y el accidente de los libres.
Ya el domingo, Schumacher se equivocaba al situarse en su posición reservada tras la vuelta de formación. El siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 se colocaba en el sitio del Caterham de Heikki Kovalainen (el 19º), por lo que Charlie Whiting se veía obligado a abortar la salida y dar una nueva vuelta de formación para resolver dicha situación.
Sin embargo Michael en vez de mantener el motor en marcha y emprender la nueva vuelta de formación, detenía el propulsor siguiendo el procedimiento al que los pilotos estaban obligados en 2006, su última temporada en Ferrari y la última antes de su corto retiro. Esto le obligaba a tener que salir desde el Pit Lane donde posteriormente excedería la velocidad máxima y sería penalizado con un Dirve Trought.
