La carrera de Sébastien Loeb la podemos mirar desde dos perspectivas. En el Mundial de Rallyes, el alsaciano ha sido siempre fiel a una marca, Citroën. Desde sus inicios en el Mundial Junior, el nueve veces Campeón del Mundo de Rallyes ha pilotado sucesivamente el Saxo, el Xsara WRC, el C4 WRC y finalmente el DS3 WRC. Tan sólo aquella excepción en forma de desliz con el Toyota Corolla WRC pintado con los colores de la FFSA con el que compitió en Córcega y San Remo en 2000.
Los rumores de las negociaciones de Loeb con Volkswagen al final de la temporada 2011 puso nerviosos a más de uno en Versalles y le ofrecieron todo lo que pidió para seguir un año más, además del nuevo reto en el Mundial de Turismos con el Citroën C-Elysée. Sin embargo, si hacemos repaso de la carrera de Loeb, la multidisciplinar, Sébastien no ha sido el piloto más fiel del mundo.
Carreras con de GT’s con el McLaren MP4-12C, copas monomarcas con el Porsche, test con un monoplaza de Fórmula 1 de Red Bull, el Pikes Peak con el Peugeot 208 T16, Le Mans con Pescarolo… Un montón de éxitos y de escarceos deportivos con otras marcas durante la última década. Sin embargo, y tras las dos pruebas aisladas con el Corolla, hoy sí podemos decir que Loeb le "puso los cuernos a Citroën con otro”, para más inri con su mayor rival en aquellos momentos en el WRC, Ford.
Aunque ya había oído rumores sobre ello, esta semana el semanario británico Motorsports News ha confirmado que en el verano de 2005 Sébastien Loeb estuvo cerca de firmar por el equipo de Malcolm Wilson. El propio director del equipo M-Sport así lo ha confirmado aportando sus particulares pruebas. Al parecer, Séb I y Daniel Elena se reunieron con el equipo en el bosque de Greystoke para realizar un test al volante del Ford Focus RS WRC de 2004.
Recordemos que 2006 fue el año en el que Citroën se retiró oficialmente de la competición para preparar el C4 WRC de cara a regresar en 2007. Esa temporada Loeb tuvo que competir con la escuadra belga Kronos, con unos Xsara WRC que ya estaban en la recta final de su desempeño deportivo. Aun así fue capaz de lograr el campeonato a pesar de perderse los últimos rallyes de la temporada tras lesionarse en una caída mientras rodaba con un quad. Años más tarde se volvería a poner al volante de un Ford Focus RS WRC, durante la edición de 2008 de la Carrera de Campeones, fotos que aparecen en este articulo.
Malcolm Wilson se ha mostrado orgulloso de haber tenido al piloto más exitoso del WRC en uno de sus coches (hace poco dijo que para él era un placer haber visto correr al 9 veces Campeón, algo extraño, ya que él ha sido uno de los principales damnificados del dominio del piloto de Citroën), pero en cierta manera demuestra su tristeza al haber tenido la oportunidad de contar con los servicios de “Loebcter”. El empresario asegura que si hubiera fichado por Ford, los títulos conseguidos por él se hubieran mantenido:
Fue fantástico verlo en el coche. Sabíamos lo que quería y que estábamos dispuestos a encontrar el dinero para hacerlo. Pero al final, quiso quedarse con Citroën. Creo que para entonces ya sabía que 2006 sería un año intermedio e hicieron un compromiso a largo plazo con el nuevo coche para 2007 era un piloto francés, en un coche francés, con un equipo francés. El habría conseguido lo mismo con el coche. Nada habría sido diferente.
Ahora que ya no tiene ningún tipo de compromiso con la firma de los dos chevrones, parece que Loeb está dispuesto a experimentar todo lo posible. El próximo 30 de noviembre competirá en Paul Ricard en una competición de motos, el Scorpion Masters (recordemos que a principio de año ya probó la Moto2 Louis Rossi). También, tras el divertido video con Carlos Sainz, Mark Webber y David Coulthard (entre otros…), el galo se ha puesto a los mandos de un BMW E92 Serie 3 de 550 CV para hacer algo de drift en otro capítulo de la serie de Servus TV. Parece que tampoco se le da nada mal.