Afortunadamente, el escalofriante accidente que ha sufrido Heikki Kovalainen en el GP de España de esta tarde ha quedado en nada. Una ligera conmoción y unas molestias en el hombro son apenas nada si pensamos en lo que le podría haber sucedido al piloto finlandés de McLaren.
Cuando las imágenes de televisión nos mostraban el recto que ha hecho Kovalainen y cómo su coche se ha empotrado en las protecciones de neumáticos, quedando enterrado bajo ellas, nos hemos temido lo peor. Y cuando unos minutos después veíamos el monocasco del McLaren MP4-23 absolutamente destrozado y con los laterales tocados era para preocuparse. Sin embargo, en un gesto que ya se ha convertido en una norma que cumplen todos los pilotos tras sufrir un accidente importante, Heikki ha levantado el pulgar cuando era trasladado en camilla y nos ha tranquilizado. Después ha llegado la confirmación de que no sufría ninguna lesión seria.
En cuanto a las causas de su accidente, si bien en un primer momento las imágenes parecían sugerir que su neumático delantero izquierdo había reventado, lo cierto es que según se ha comentado desde McLaren, ha sido una pieza de fibra de carbono que probablemente había sobre la pista la que ha dañado la llanta y posteriormente ha provocado el reventón.
Esperemos que Heikki se recupere rápido, lo cual no será fácil tras un impacto a más de 200km/h, y pueda estar a punto para el próximo GP de Turquía.
