Era todo un personaje cuando corría en Fórmula 1. Y creo que todavía lo sigue siendo. Por eso cada vez que abre la boca tiene 10 micros esperando alguna de esas declaraciones "made in Irvine". Pues bien, ha abierto la boca (bueno, mentira, de hecho, Irvine escribe una columna de opinión para Virgin Media habitualmente), y para opinar del tema del momento. Según el irlandés, "Lewis está jugando un juego especialmente inteligente, ofreciendo una imagen perfecta, pero su arrogancia empieza a salir a la luz ahora".
Lewis, sinceramente, que el Sr.Irvine se sorprenda de las cosas que haces es algo muy grave. Que Irvine, el chulito que siempre ha estado por encima del bien y del mal, describa la actitud de Hamilton en Hungría como "increíble" es, si más no, chocante. Irvine añade de Lewis que "el éxito empieza a subírsele a la cabeza". Y la perlita de estas reflexiones, para mí es esta: "no tengo ningún respeto por la gente que no respeta a sus jefes de equipo y Lewis está empezando a perder el mío". Genial. Y en el fondo, eso es verdad. Irvine siempre ha dicho que él era el mejor piloto del mundo después de Schumacher. Fue al único que respetó en toda su carrera. Pero muy en la línea Irvine, después de parecer que se posiciona en todo esto a favor de Alonso, lanza el dardo final, desaprobando la "maniobra" del español en la Q3: "No puedo aprobar las trampas, pero si hay que hacerlo, tiene que haber una forma más sutil". Irvine, como siempre, contra todo el mundo. Menudo elemento.
Vía | F1-Live
