Allá por los finales de la década de los 60, el dominio de Ford en las 24 horas de Le Mans tenía nombre y apellidos: Ford GT40. El mata-Ferrari había conseguido su objetivo de ridiculizar a sus rivales italianos consiguiendo romper su racha de seis victorias consecutivas con un póker de triunfos. Uno de esos triunfos corrió a cargo de Dan Gurney y A.J. Foyt, siendo el primero de ellos el que ha recibido un curioso encargo 46 años después.
El museo Henry Ford ha encargado a All-American Racers, la empresa de Dan Gurney, la restauración del Ford GT40 MkIV con el que su fundador logró la victoria en la edición de 1967. La empresa norteamericana se encargará de salvaguardar uno de esos vehículos que, por derecho propio, forman parte de la historia del automovilismo de competición.
Vía | Racer