Podemos dar por finalizada una nueva edición más del Dakar con la buena noticia de haber podido volver a ver a nuestros pilotos desde lo más alto del podio, en esta ocasión situado en Valparaíso. Con ese toque de incertidumbre, Nani Roma se llevaba la victoria, derramando las lágrimas de emoción nada más cruzar la meta y tras haber vuelto a conseguir hacer historia convirtiéndose en el primer español en conseguir un Dakar en motos y otro en la categoría de coches.
Atrás quedan ya los últimos días, con los cruces de declaraciones, nerviosismo, órdenes de equipo y enfrentamientos. Ayer Stéphane Peterhansel cumplía con su palabra de caballero y junto Nasser Al-Attiyah se dejaban ser sobrepasados por el de Folgueroles para emprender junto a él, y como si de una última vuelta de las 24 Horas de Le Mans se tratara, los últimos kilómetros hasta la meta.
También hay que destacar el gran papel del otro español superviviente en la categoría de coches. Este año Xavi Foj poco pudo hacer para disputarle la victoria a los Toyota del equipo Autobody, bastante superiores a la montura del piloto catalán, pero tras recuperarse del susto del problema mecánico de la primera semana, ayer se subía al tercer escalón del podio, no sin antes haberse parado a prestar ayuda a otro de los participantes que había sufrido un accidente.
Precisamente de accidente me gustaría hablar, ya que sigo impresionado tras ver las imágenes en las que Ronan Chabot se lleva por delante al motard Miguel Puertas y después ni tan siquiera es capaz de pararse a comprobar su estado. El golpe es fuerte y se pone de manifiesto una vez más uno de los principales peligros de este tipo de competición. Obviamente hacer recorridos distintos para quads/motos y camiones/coches, borra parte de la esencia de esta competición, sin embargo, tras ver imágenes como estas es difícil decir alguna palabra en contra.
En cuanto a los camiones, sin duda Karginov se merecía este año el triunfo tras una segunda semana totalmente lanzado al ataque. Sin duda fue la categoría que con más incertidumbre nos mantuvo hasta el último momento ya que tras el accidente de uno de los Mini privados, que Gerard De Rooy consiguió sortear por poco, Karginov se detuvo para ayudar a ponerlo sobre sus cuatro ruedas, perdiendo más de diez minutos que le daban provisionalmente la victoria al de IVECO. Provisionalmente, ya que los camiones tienen la posibilidad de pulsar un botón cuando se encuentra ayudando a un participante (continuando el llamado espíritu Dakar) y que a posteriori se le sea descontado el tiempo que emplean en la operación. Es por ello, que tras un gran periodo de deliberación, la victoria recaía finalmente en el tercer piloto del equipo Kamaz.
En motos, prácticamente fue imposible no emocionarse viendo la entrada de Marc Coma en la meta de Valparaíso. El piloto de KTM ha realizado un gran trabajo y además de mostrarse con la rapidez que lo caracteriza (posiblemente junto a Barreda se trata de los pilotos más rápidos de la categoría) ha completado un Dakar sin errores, más allá del susto de la cuarta etapa. La dedicatoria al equipo y el gesto en memoria de Kurt Caselli aportaron otro punto más de emoción a un final que ya estaba cargada de ella.
Los quads, tras toda la intensa polémica suscitada durante los últimos días por unos rumores que hablan de las posibles “trampas” realizadas por Ignacio Casale, a la postre ganador de la categoría, Chile veía coronarse por primera vez a uno de sus pilotos y precisamente en su tierra. Una bonita forma de terminar la edición de una categoría plagada de elementos raros y en la que posiblemente no volvamos a ver a Marcos Patronelli, que intentará el asalto a la del año que viene al volante posiblemente de un coche.
Las declaraciones de los protagonistas
Merecía esta victoria. Estoy súper contento porque ha sido una carrera muy difícil, en la que he soportado mucha presión y he tenido que gestionar un entorno muy complejo. En la llegada me he emocionado porque tenía mucha tensión acumulada estos los últimos días. El título es totalmente justo porque hemos hecho una carrera impecable, en la que hemos cometido sólo pequeños errores a lo largo de días realmente complicados bajo una presión tremenda. Por ello, este triunfo ha sido mucho más difícil que el de hace 10 años en moto, sin duda. Mi copiloto Michel Périn ha estado fenomenal y el Mini ha funcionado impecable. Todo el equipo hemos hecho un gran trabajo del primer al último día y ésa ha sido la clave del éxito. Nada más cruzar la línea de meta, me ha venido a la cabeza Henry Magne, mi copiloto cuando comencé a competir en coche y que perdió la vida en un accidente que sufrimos en Marruecos en 2006. Quiero dedicarle a él este Dakar. Nani Roma