Dice la ley de Murphy que cuando las cosas van mal siempre pueden ir peor. El caso de Kyle Busch es completamente el contrario. El líder destacado de la NASCAR y vencedor en los que va de año de cuatro carreras en la máxima categoría comenzó ayer un tour que le llevará a participar en cuatro carreras, con sus entrenamientos preceptivos, en tan sólo cinco días.
Ayer mismo comenzaba estaba semana loca con su participación en una carrera solidaria organizada por su compañero en Joe Gibbs Racing, Tony Stewart. Tras la carrera se ha tomado hoy como "descanso" para mañana disputar la sesión de calificación de la carrera de la Sprint Cup del domingo. Tras ello, tomará un helicóptero que le llevará hasta el aeropuerto para coger un avión rumbo a Texas, en donde en la noche del viernes participará en la prueba correspondiente a la NASCAR Craftsman Truck Series. Un viaje que le hará recorrer medio pais.
De vuelta a Pocono, el sabado tomará parte en la sesión de entrenamientos de la Pocono 500 para posteriormente dirigirse a Nashville y tomar parte en la carrera de las NASCAR Nationwide Series. El domingo finalizará su estresante semana con la prueba reina. En total el domingo habrá disputado más de 1500 kilómetros dando vueltas a trazados ovales. Casi nada.
Vía | Autosport