Seguro que a pesar de salir desde la pole por la sanción de Martin Tomczyk, Mike Rockenfeller no se esperaba una carrera tan plácida. El alemán dominó en todo momento la segunda cita de la temporada en el DTM disputada en Brands Hatch y ni siquiera los todopoderosos BMW pudieron plantarle cara.
Ya desde el principio se comprobó que Augusto Farfus no iba a oponer demasiada resistencia. La distancia entre el brasileño y Rockenfeller fue aumentando hasta que tras la segunda parada, la caja de cambios del BMW M3 de Farfus dijo basta. El coche se quedó parado al borde de la recta de meta que provocó una particular y arriesgada maniobra de remolque por parte de los comisarios. Que un BMW X5 remolcando un BMW M3 cruce la pista con la carrera únicamente en periodo de bandejas amarillas fue un riesgo quizás innecesario.
Con Farfus fuera, su posición la recogió el vigente campeón, Bruno Spengler. El canadiense, lejos de la victoria, suma unos importantes puntos de cara al campeonato. Robert Wickens completó el podio y fue el mejor Mercedes-Benz tras la debacle de la clasificación del sábado. Aunque en honor a la verdad hay que decir que ese posición estaba en manos de Gary Paffett hasta que una sanción post-carrera, de cinco segundos, lo mandó hasta la sexta posición.
En cuanto a los españoles, Miguel Molina se quedó con la miel en los labios perdiendo el que hubiera representando su primer punto de la temporada en los últimos giros. Por su parte, Roberto Merhi fue uno de los animadores de la carrera. Sus duelos con Timo Glock y con Martin Tomczyk pusieron el picante aunque el pero viene de esa segunda lucha en la que fue sancionado con un drive-trough por empujar al alemán. Para Dani Juncadella, carrera para olvidar en la que nunca estuvo cómodo.
En la general, Rockenfeller es ahora líder con 29 puntos. Un punto por delante de Bruno Spengler y cuatro con respecto a Augusto Farfus. Paffett es el primer Mercedes-Benz, cuarto, con 20 puntos.