Para los que ya lleváis un tiempo en Motorpasión F1 os sonará una noticia en la que os hablábamos del accidente de Liam Doran, reciente ganador de la carrera de Montalegre del Europeo de RallyCross, durante una de las exhibiciones del Autosport Show del año 2011. Hoy me ha parecido oportuno escribir la segunda parte de este artículo, sobre todo tras ver lo ocurrido el pasado fin de semana en Argentina.
Os pongo en situación. Todos los años, es habitual que en la semana previa al Rally de Argentina la marca gala realice exhibiciones para acercar a sus pilotos mundialistas a los fervientes aficionados de la zona. Lejos de ser una toma de contacto de los deportistas con el coche, se toma más como un evento publicitario de cara a un importante mercado como es el sudamericano.
Sin embargo, y como reza el título, hay veces que las exhibiciones no salen bien. En el llamado Desafío de los grandes, competían Dani Sordo, Sébastien Loeb y Mikko Hirvonen por ser el más rápido sobre un pequeño recorrido realizado en una zona verde. El terreno, muy blando al no haber sido aplanado por las maquinas o el paso de los vehículos, fue una trampa para el piloto cántabro, que volcaba y daba por terminada la competición después de sólo dos pasadas.
Aun así, lo más cruel fue todavía tener que poner buena cara mientras se entregaba el trofeo de ganador delante de los espectadores de la tele argentina. La cara de Dani Sordo obviamente era una mezcla entre el susto y la rabia. Pero es que la cosa no quedaba ahí. A Citroën Argentina le parecía una buena idea poner a Sébastien Loeb a dar “espectáculo” en el llamado Arrollo de la Cañada, que como bien indica el nombre, contiene agua. El resultado fue una de las exhibiciones más bizarras que he visto en estos últimos años. Estos eventos los carga el diablo…