El jefe del equipo Red Bull no tuvo reparos en confesar que el RB10 tendrá el mismo ADN que el coche con el que arrasaron esta temporada. Horner considera que los conceptos técnicos aplicados por Adrian Newey en el RB9, el cual ganó 13 de 19 carreras, todavía tienen un margen de mejora, inclusive si se observa desde la perspectiva del reglamento 2014. Ciertamente los cambios exigen nuevos diseños, pero en Red Bull no están dispuestos a tomar el riesgo de saltar al vacío e iniciar un proyecto desde cero.
Por lógica, el cambio de un motor V8 aspirado por un V6 Turbo, más las nuevas normas en cuanto a la aerodinámica, van a cambiar significativamente la apariencia de los coches 2014 con respecto a los de este año, pero no se puede desechar una base tan brillante como la del RB9. Para Horner, todos los equipos iniciarán el 2014 con una posibilidad de 50/50 y, más allá de la fiabilidad del motor, un mal diseño inicial condicionaría cualquier oportunidad no solo de ganar una carrera sino de realizar una buena temporada.
Para Adrian Newey, el RB10 será un primo del RB9. Hay elementos que permanecen allí, así que el RB10 será un derivado del RB9. Por reglamento, el motor y el sistema de escape serán completamente diferentes y la aerodinámica también jugará un papel importante el año que viene. Los motores serán los grandes desconocidos del 2014. Probablemente todos deban luchar con la fiabilidad, ya que los nuevos propulsores tendrán que durar mucho más que los V8. Luego está la electrónica, siempre complicada, y el sistema turbo. Creo que si construir un motor con las características que dicta el reglamento es complicado, habrá que imaginarse lo condenadamente costoso que resulta hacer todo lo demás.
Vía | speedweek