Saliendo quinto, Fernando Alonso tenía hoy opciones para obtener un podio, pero la carrera ha sido muy corta. Demasiado corta, en realidad, para lo que el asturiano esperaba conseguir hoy. Con todos sus rivales detrás, a excepción de Kimi Raikkonen, era el día perfecto no solo para minimizar daños, sino para incluso aumentar un poco su distancia al frente del campeonato. No ha podido ser, pues el abandono le priva de unos puntos vitales, y les ha dado opciones a sus rivales de marcar puntos.
Lo cierto es que, sin comerlo ni beberlo, a Fernando le han llegado los coches de Lewis Hamilton y Romain Grosjean como proyectiles sin control, y le han dejado fuera de carrera, junto a ellos dos, y a Sergio Pérez. Esto nos ha privado, a su vez, de ver una lucha memorable por la victoria. Debería haber sido así, pero la Fórmula 1 es caprichosa, y la primera curva del circuito de Spa-Francorchamps es conocida por ser un cuello de botella en el que estas cosas pueden ocurrir.
Fernando Alonso se resigna, y es consciente de que no es culpa suya ni del equipo. Eso le consuela, aunque evidentemente le sabe mal. Además, ha admitido durante la rueda de prensa que le habría gustado poder igualar el récord de 24 carreras seguidas en los puntos; récord que mantiene Michael Schumacher en solitario, pues el español no ha podido igualarlo hoy, con posibilidades de superarlo en Italia la próxima semana. Precisamente en Monza querrá recuperar algunos puntos Fernando. Pero ojo con los rivales allí; todo puede pasar.
Solo tengo dolor del golpe en sí, y nada más. Independientemente del resultado, el accidente habría podido sido peor, así que dentro de la mala suerte del abandono, hay la suerte de poder volver a estar en cinco días en Monza. La seguridad es la adecuada, y es superior a la que la gente se imagina. Errores nuestros, seguimos sin tenerlos, así que de a aquí al final, quizás los rivales no terminan las ocho carreras.
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