Tras probar más de 1.000 kilómetros la semana pasada sobre nieve, Volkswagen ha desplazado su equipo al sur de España, en concreto Almería, para probar el nuevo Polo R WRC sobre tierra. La versión definitiva del coche que debutará en 2013 en el Mundial de Rallyes, ha rodado más de 700 kilómetros con Sébastien Ogier y Carlos Sainz a sus mandos.
El objetivo de hacer tantos kilómetros no ha sido otro que probar los nuevos componentes del coche, completando una distancia que se acerca al doble del kilometraje (cronometrado) de las actuales pruebas que conforman el Mundial. Se hizo gran hincapié en probar los nuevos amortiguadores y suspensión, ya que el anterior test se hizo con la mula de pruebas.
Carlos Sainz y Sébastien Ogier están trabajando extraordinariamente bien juntos, formando un tándem perfecto. Se respetan mutuamente, sin rivalidad, y están impulsando el proyecto con gran determinación. Nuestro siguiente paso será realizar más pruebas sobre asfalto para poder completar nuestro libro de especificaciones y así poder ir avanzando en la preparación.
Durante los dos primeros días de pruebas, fue Sébastien Ogier el que tomó el mando del Polo R WRC, para dejarle el tercer día el testigo a Sainz después de darle un par de pasadas como copiloto. El madrileño dejo precisamente esas labores a su hombre de confianza, Timo Gottschalk, que le acompañó durante todo el día en el asiento derecho.
Sainz ha declarado que el equipo se encuentra satisfecho con los resultados recogidos, pero que todavía tienen mucho trabajo por delante que completar. Las siguientes pruebas serán sobre asfalto, para seguir evolucionando el coche en las diferentes parcelas.
