Suele ser habitual que tras un abandono, la gente se tome su tiempo para reflexionar de cara al futuro. En el caso de Carlos Sainz, ya con 50 primaveras a sus espaldas, un proyecto de estas magnitudes requiere tiempo de reflexión. En 2013 recibió la llamada de Nasser Al-Attiyah y a pesar de las prisas con las que el proyecto se puso en marcha, Sainz pudo estar en la partida. Seis etapas después su buggy ha dicho basta, se segundo abandono, y para el piloto español comienza ese tiempo de reflexión.
Carlos Sainz reconoce no estar arrepentido por embarcarse en un proyecto tan de última hora. Considera que ha merecido la pena aunque reconoce que buena parte de los problemas han sido causa de la inexperiencia con el coche y del montaje rápido del mismo. Por ello, abandonar estaba dentro de lo previsto ya que el proyecto encabezado por Nasser Al-Attiyah es a medio plazo, tres años.
Estoy contento. Sabíamos que podía pasar: se trata de un vehículo nuevo con poco rodaje. Todo se ha hecho muy rápido. Sin embargo, merecía la pena participar con este vehículo
Pero tras estas palabras fue en dónde Sainz mostró la incógnita de su regreso al Dakar el próximo año.
Prueba de ello es que Nasser está en la batalla por la victoria. Y espero que la experiencia sirva para el futuro, aunque aún no sé si volveré
Vía | Marca