Al paso que vamos, el ITR va a tener que recurrir a algún tipo de balance de prestaciones si no quiere que el DTM se convierta en una copa BMW M3 en la que Audi y Mercedes-Benz son dos comparsas. Ayer, con motivo de la tercera cita de la temporada en el Red Bull Ring de Spielberg, el vigente campeón, Bruno Spengler, aprovechó su pole-position para hacerse con la victoria y colocarse líder en el campeonato.
Por si el dominio del canadiense, que va camino de recuperar en BMW los títulos que perdió en la última carrera con Mercedes-Benz, no fuese suficiente, el podio lo completaron los dos novatos de BMW, Marco Wittmann y Timo Glock, un ejemplo claro de que el BMW M3 no tiene rivales. El hasta ayer líder, Mike Rockenfeller, terminó cuarto lo que le permite aguantar el paso de Spengler.
Para ver al mejor Mercedes-Benz hay que bajar hasta la séptima posición, gracias a Chistian Vietoris. Por parte de los españoles, de nuevo carrera en la que no pudieron sobresalir. Dani Juncadella, decimotercero; Miguel Molina, decimocuarto y Roberto Merhi, vigésimo. El castellonense volvió a vérselas con Martin Tomczyk, como hace 15 días en Brands Hatch, y de nuevo fue sancionado con un stop and go de 10 segundos por conducción antideportiva. Nuevo borrón para Merhi tras el buen sabor de boca que dejó al conseguir su primer punto en el campeonato en Hockenheim.
