El pasado fin de semana, BMW dio a conocer las líneas maestras de su programa de competición para la próxima temporada. Tres serán los pilares básicos de BMW Motorsport. El DTM será el eje sobre el que gire todo. 20 años han pasado desde que BMW abandonara el campeonato alemán y por ello, y porque luchará con dos de sus rivales directos en el mercado, Audi y Mercedes-Benz, quieren dar lo mejor de si mismos. Los fichajes de Bruno Spengler y Martin Tomczyk son el mejor ejemplo.
Al otro lado del charco, el equipo Rahal Letterman Lanigan Racing defenderá el título conseguido en la categoría GT, con el BMW M3, de las American Le Mans Series. De nuevo tenemos que hablar de ventas ya que Estados Unidos es un mercado al que hay que cuidar. Habrá que ver si entre sus planos estará la presencia en las 24 horas de Le Mans. Por último, BMW seguirá cuidando su programa de coches-cliente con el BMW Z4 GT3, el cual recibirá evoluciones para luchar por cotas más altas.
Pero lo que nos trae aquí es que con el anuncio, BMW ha dejado claro que el WTCC ya no forma parte de sus planes. El BMW 320 TC, que debutó este año en manos de varios equipos privados (ROAL, Proteam, Wiechers, Engstler…) no recibirá más evoluciones. De esta forma se certifica la salida del fabricante bávaro. Es más que probable que sigamos viendo varios BMW en el campeonato, pero con las limitaciones de estar evolucionados por los propios equipos privados. Un lastre que ya se ha visto en el caso de SUNRED.
