El polémico Gran Premio de Australia se ha convertido en una chispa que amenaza con desatar una devastadora reacción en cadena. Rob Walker, principal organizador de la carrera, manifestó que el rechazo de los fanáticos, tanto espectadores en el circuito como televidentes, fue tal que no desea renovar el contrato. Walker encaró a Bernie Ecclestone para exigirle una indemnización porque se siente estafado, una acción que podría repetirse en otros escenarios.
Aunque Ecclestone no está de acuerdo con la nueva Fórmula 1, delineada por Jean Todt, debe responsabilizarse por la comercialización del campeonato. De allí su preocupación, pues los promotores de Grandes Premios pueden seguir los pasos de Walker y emprender acciones legales, argumentando que pagaron por un producto que no se les entregará. El panorama tiende a oscurecerse porque al mermar los ingresos financieros se tambalea la repartición de dinero entre las escuderías.
Ecclestone se opuso a implementar tantos cambios técnicos en una sola temporada, incluso advirtió que la Fórmula 1 se arriesgaba a perder uno de sus ingredientes claves para atraer al público como lo es el sonido de los motores.
Entrevistado por la agencia Reuters, Ecclestone confesó sentirse horrorizado por la carrera de Australia, dándole razón a Walker en sus reclamos. También indicó que de inmediato dos promotores se pusieron en contacto con él para manifestar sus dudas acerca de las carreras por venir. No está fácil arriesgar millones de dólares para organizar un espectáculo que muy pocos disfrutarán, el riesgo de perder la inversión es comprensible.
Dos organizadores hablaron conmigo hoy y me dijeron lo preocupados que están. También hablé con Luca di Montezemolo hace un momento y me dijo que nunca había tenido tantos correos electrónicos en su escritorio, quejándose de que esto no es la Fórmula Uno. Estoy decepcionado, no me equivoqué cuando dije lo que iba a suceder. Siento que todo esto haya pasado... Si los promotores dicen que no es lo que compraron y no me pagan o no pagan completo entonces ya es un gran problema. Les damos a los equipos un porcentaje de los ingresos que recibimos, así que si estamos recibiendo menos ingresos, los equipos también recibirán menos. Walker puede demandarme en un tribunal. Vamos a suponer que las discusiones sean difíciles desde el punto de vista legal, pero desde un lado moral tiene razón. Si usted entró en un supermercado y compró un producto que dice mermelada de fresa y luego descubre que es mantequilla de maní, pues es lógico que esté un poco cabreado. Y aunque la mantequilla de maní sea de calidad, usted no pagó por ese producto.
Vía | grandprix247