Probablemente sea una de las historias más recurrentes de los últimos tiempos. Audi, o Volkswagen en su defecto, aparece de forma cíclica en el mundo de la rumorología que envuelve la Fórmula 1. Y de nuevo toca hablar de la marca alemana de coches, pues parece que vuelve a estar en la órbita de la Fórmula 1.
Se dice que Red Bull estaría ya al límite de su paciencia con Renault, y que habría vinculado su continuidad a un acuerdo para que Audi le suministre motores vista la tensa relación y la nula respuesta del fabricante francés en la actualidad. No serán los primeros que pretenden seducir a Audi para que por fin se atreva a extender sus éxitos deportivos a la máxima categoría del automovilismo, pero habrá que ver si tienen éxito en una tarea que de momento nadie ha conseguido.
Desde luego, que a finales de abril Stefano Domenicali se incorporara a las filas de Audi puede ser una señal. Débil, pero una señal al fin y al cabo. De todos modos, se necesita bien poco para vincular a Audi con la Fórmula 1. Me atrevo a decir que son tantas las ganas de ver la firma de los cuatro aros en la parrilla, que cualquier mínimo indicio vale para intentar prender el fuego.
¿Es el mejor momento para que Audi entre en Fórmula 1?
Aunque yo me pregunto: vista la experiencia Honda y las dificultades que está teniendo para aterrizar a la Fórmula 1 con un diseño nuevo de motor, ¿es realmente ahora el momento óptimo para acceder a la Fórmula 1 como motorista? Tengo mis dudas, especialmente cuando Audi no tiene nada que demostrar a nadie, pues vuelve a ser la referencia en una competición que está en pleno auge como el WEC.
Al final, tarde o temprano acabaremos viendo a Audi en Fórmula 1. Es una simple cuestión de tiempo. Pero me temo que Red Bull no lo va a tener nada fácil para convencer a los alemanes dado el panorama actual.