La pasada semana, el ACO anunciaba los cambios que entrarían en vigor durante la próxima temporada. Para el debut del FIA World Endurance Championship, el organizador quiere mayor igualdad en los prototipos diésel y los gasolina y mayor seguridad. La igualdad ha supuesto capar a los diésel, algo no ha gustado demasiado en Audi que no han tardado en mostrar sus quejas.
En una entrevista concedida por el director técnico de Audi Motorsport, Martin Mühlmeier, el fabricante alemán ha mostrado su desacuerdo en que la tecnología sea capada de esa manera y cuestiona el objetivo del ACO, ya que el público no va a entender que, por ejemplo, un vehículo con última tecnología, como los nuevos híbridos, tenga que parar antes a repostar (los híbridos cuentan con un depósito dos litros más pequeño tanto si son diésel como si son gasolina).
Desde Ingolstadt no entienden como el ACO ha pasado de utilizar las 24 horas de Le Mans como el perfecto laboratorio para que las marcas desarrollen sus últimas tecnologías, palpables en los coches de calle, a una competición en la que los vehículos con desarrollo más obsoleto tienen la opción de competir de tu a tu con la vanguardia de la tecnología.
Mühlmeier afirma que la reglamentación en cuanto a vehículos híbridos no resultará beneficiosa para quien la elija (Toyoya y quizás Peugeot) ya que la tracción extra en el eje delantero tan sólo podrá entrar en funcionamiento a partir de 120 km/h perdiéndose por completo lo que podría ser su principal mejora, la tracción a la salida de las curvas más cerradas.
En cuanto a la seguridad, Audi tiene dudas sobre la medida que obliga a realizar aberturas en los pasos de rueda. Afirman que se disminuye la probabilidad de “vuelo” pero que se pierde estabilidad en recta por lo que pueden aumentar los trompos.
Vía | Planetlemans
