Contrariamente a los que ocurre en Europa, o incluso en el resto del mundo, en Estados Unidos cuando llueve las carreras automovilísticas se paran. El agua, además de no ser segura a elevadas velocidades, intercede en el espectáculo por lo que la mejor solución es sacar bandera roja y esperar a que escampe.
Lógicamente no es únicamente que deje de llover. Si se quiere poner en marcha la carrera cuanto antes (de otra forma las pruebas se retrasarían hasta límites insostenibles) uno de los primeros pasos es conseguir que se seque la pista cuanto antos. Por ejemplo, hasta ahora la NASCAR utilizaba turbinas de aire caliente para secar la pista. Y digo utilizaba porque tras el incidente del año pasado (Juan Pablo Montoya impactó con una de ellas el pasado año en la Daytona 500) en la NASCAR han decidido trabajar en nuevas opciones.
A partir de 2013, la NASCAR seguirá utilizando el aire como método "secador" pero como nos muestra en el vídeo en esta ocasión más que secar se busca eliminar el agua de la pista. El sistema, denominado NASCAR Air Titan (pendiente de patente), utiliza el aire para arrastrar el agua mientras que el aire caliente se seguirá utilizando para eliminar la humedad restante. Todo ello para que el espectáculo esté interrumpido la menor cantidad de tiempo posible.