Ya hace un tiempo que apareció la noticia de que la segunda división de los Stock Cars norteamericanos podría sufrir algún que otro cambio. Hasta ahora, los coches de la NASCAR Nationwide Series no eran más que antiguos chásis de la primera categoría (desechados tras la entrada del Car of Tomorrow) asociados a motores menos potentes.
Ahora, la familia France, dueña del emporio NASCAR, quiere dar un giro a la categoría y acercarla más hacia el público utilizando coches más reales, al menos en lo que a estética se trata. Hasta ahora, la diferencia entre los modelos de Chevrolet, Ford, Dodge y Toyota son unas pegatinas que simulan faros y parrilla, nada más. El diseñador Jon Sibal hace una primera incursión en esta idea y nos presenta un Dodge Challenger listo para la categoría. Una preciosidad comparado con lo que estamos acostumbrados a ver. Esperemos que esta gran idea no se quede en ningún armario.
Vía | Jon Sibal
