La temporada de Robert Kubica comenzaba el pasado fin de semana y además lo hacía de la mejor forma posible, con su primera victoria en el Campeonato de Europa de Rallyes. El polaco mantuvo una excitante pelea con Vaclav Pech hasta la última especial, a la que el nuevo piloto de M-Sport llegaba con más de 10 segundos de desventaja y contra un rival muy experimentado en la cita austriaca.
Más allá de que la elección de neumáticos de Pech no fue la adecuada (salir con neumáticos de seco en un tramo anegado por el agua es tirarse un tiro en el pie), Kubica fue capaz de neutralizar en 25 kilómetros esos diez segundos y endosarle otros 20 al piloto checo en una especial que se puede considerar como legen-daria. Dos salidas de pista, perdida de referencias, la parrilla de faros descolgada y finalmente el sabor del champán de su primer triunfo en el ERC. Agónico.
Todo ello lo podemos sumar a un rally lleno de sustos, salidas de pista y novedades. Nunca es fácil estrenar en un mismo fin de semana, equipo, coche y copiloto y además hacerlo sobre una prueba completamente desconocida:
