Cuando las cosas no salen en la Fórmula 1, es difícil encontrar las razones. Un deporte con tantas variables hace que a la hora de analizar porque algo falla, no puedas centrarte tan sólo en un punto. En Ferrari este año las cosas no están saliendo como deberían o como esperaban. Primero fueron sus frágiles motores, después la baja forma o los errores de sus pilotos (y no pongo nombres que rápidamente me calificáis de anti-algo) y por último, el lastre de desarrollar el F-Duct o los difusores soplados a posteori. Quizás en esto último es dónde están notando el mayor sufrimiento.
Para conseguir que las nuevas mejoras funcionen tan sólo tienen la jornada del viernes. Una jornada dedicada a las probaturas ya que el sábado no es momento de perder el tiempo. A fin de cuentas hay que hacerlo lo mejor posible con el mejor material disponible. Y experimentar horas antes no suele ser buena idea. Ahí es donde ha querido hacer hincapié Fernando Alonso en sus últimas declaraciones. Sin la oportunidad de realizar tests de pruebas, los ingenieros están muy limitados.
La meta siempre es ganar pero no es tan fácil. No se puede inventar una cosa nueva sin probarla, nuestros técnicos tienen las manos atadas
Ni el Ferrari F10 es un modelo innovador, ni la escudería Ferrari ha sido la más original este año. Red Bull lleva dos años “inventando” y McLaren no ha perdido el tiempo. ¿Y que pasa con Ferrari? Sus llantas de 2010, con un sistema que imitaba a los tapacubos prohíbidos o sus tuercas anti-error, no son suficiente innovación para este deporte. Llevan toda la temporada a desmano. Tener que implementar los sistemas que inventan los rivales hace que no puedan trabajar en sus propias ideas y eso les está lastrando.
Me parece lógico que Fernando Alonso eche de menos los test, pero es posible que Mark Webber, Jenson Button, Sebastian Vettel o Lewis Hamilton también lo hagan. Aún así, Red Bull y McLaren están logrando lo que no consigue Ferrari, estar por delante del resto en casi todo.
Vía | TheF1.com