Al igual que en el día a día, en la competición los neumáticos representan el único punto de conexión entre el vehículo y el asfalto. De nada sirve tener el mejor coche o el más rápido si no podemos transmitirlo de la mejor forma posible. Es por ello que los neumáticos juegan un papel fundamental. En 2013, y gracias a MICHELIN, os podemos desvelar alguno de esos datos que tanto nos gustan y que tanto nos sorprenden.
De cara a la edición 2013 de las 24 horas de Le Mans, MICHELIN era el proveedor oficial de 37 de los 56 participantes presentes. La marca francesa equipa a todos los LMP1, a cuatro LMP2 y a todos los GTE, tanto Pro como Am, excepto uno (en total 25). Con tantos coches, es normal que la cifra total de neumáticos sea elevada. La cifra que nos dieron fue de 7293 neumáticos, algunos de ellos fabricados el mismo día 19 de junio. Dos días antes de comenzar la carrera. Para llevar tal cantidad de "goma" desde la fábrica, en Clermont-Ferrant, a Le Mans hicieron falta la friolera de 13 trailers. Una vez apilados, los nuemáticos ocupan la mitad del taller, unos 400 metros cuadrados que forman un auténtico laberinto de goma.
Más datos curiosos. Para fabricar un neumático de un LMP1 se necesitan más de 150 compuestos y se requieren 30 minutos para su fabricación. Este tipo de neumáticos de competición no tienen una gran tirada y es por ello que MICHELIN recurre al C3M. Una mini-fabrica portátil, del tamaño de un contenedor en el que, como en una Thermomix, se mezclan los compuestos y se realiza la fabricación completa del neumático. El C3M se encarga desde la preparación del cilindro y la carcasa hasta la vulcanización final pasando por el montaje de la banda de rodadura.
Otro dato que nos sorprendió es que los neumáticos son siempre propiedad de MICHELIN. Tras ser utilizados, éstos tienen que volver al fabricante que incluso se preocupa de recoger los restos, para evitar que otros puedan sacar partido de ellos, si por alguna causa, pinchazo, acciedente, estos quedan en la pista. Y si hablamos de dinero, el acuerdo comercial entre MICHELIN y los equipos implica publicidad en los coches a cambio del suministro del neumático y eso a pesar que cada equipo, principalmente en LMP1, cuenta con medidas y compuestos específicos.
Además del suministro, MICHELIN cuenta con un ingeniero designado a cada equipo que disputa el World Endurance Championship. Un ingeniero que es el mismo a lo largo de toda la temporada y que actúa como consejero. Aunque la decisión final es del manager del equipo, normalmente se tiene muy en cuenta la decisión del ingeniero y pocos son los casos en los que se toma una decisión distinta.
Una vez los compuestos están en Le Mans, el trabajo en el taller de MICHELIN es continuo. Y eso es gracias a las 42 personas encargadas de desmontar el neumático usado, montar el nuevo, inflarlo y alinearlo. Un espacio de 400 metros cuadrados en los que el trabajo durante la carrera no cesa ni un sólo instante. Si al personal de montaje les sumamos los 25 ingenieros y el personal de management, MICHELIN desplaza a Le Mans un equipo de 100 personas.