"¿Conduzco bien?". Ese cartelito que vemos de vez en cuando en algunos vehículos de flotas de empresas, y cuya misión consiste en disuadir al conductor profesional de hacer trapatiestas que puedan ser denunciadas a la empresa por el resto de conductores, acaba de encontrar su versión más novedosa en el sistema de control de Ford para sus Interceptor. La Policía de Los Ángeles ya lo lleva instalado en 50 de sus coches patrulla, y lo utiliza para vigilar a sus propios agentes.
La idea que se persigue es conseguir una conducción más segura... y también un ahorro económico. "Desde un punto de vista empresarial, estos son vehículos caros con empleados caros que los conducen", explica Bryan Vila, expolicía, y actualmente profesor e investigador de la Universidad del Estado de Washington. "Cuando se estrellan, también son más propensos a matar a peatones y civiles, por lo que también hay un enfoque de seguridad pública."
Y no sólo se trata de eso. Según explica el ex agente de policía, los jóvenes oficiales que de repente se encuentran con una placa, una pistola y un coche potente pueden sentirse tentados a conducir de forma agresiva. Siendo así las cosas, no es de extrañar que varias docenas de agentes mueran cada año en Estados Unidos como víctimas de la siniestralidad vial. Más, si tenemos en cuenta que muchos de esos policías se resisten a hacer uso del cinturón de seguridad.
Ese es uno de los puntos que controla el sistema de Ford Telematics. También permite que la policía sepa si sus agentes utilizan la sirena, o si ha saltado el airbag del vehículo, mide la velocidad de circulación y si esta supera los límites, entre otros datos que el vehículo va transmitiendo a su base a cada momento. Si la experiencia resulta positiva, Ford instalará el sistema en los 1.800 vehículos que componen la flota de Los Ángeles.
Por supuesto, hay agentes que no se han tomado nada bien esta medida, que se percibe como un ataque. En palabras de Bill Johnson, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Organizaciones Policiales, "casi suena como si fueran a pillarnos por cometer infracciones". Muy sagaz, el policía, que no parece estar satisfecho de probar según qué medicinas.
Mientras, en Ford ya se deben de andar frontando las manos, ya que tras tres años sin el Crown Victoria policial tiene ahora en sus manos una carta interesante para pasarle la mano por la cara a General Motors y Chrysler en la persecución policial que más interesa a los fabricantes: conseguir vender su modelo de coche a la policía. ¿A qué precio? Ford no ha contado cuánto cuesta el invento.
Vía | Wired
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