El Ford Mustang con el que la marca del óvalo celebra los 50 años del emblemático modelo ya ocupa la terraza del Empire State Building, en Nueva York. A 300 metros de altura, el pony car más elevado del mundo reposa tras seis semanas de trabajo en las que Ford y DST Industries han planificado un trabajo que en algunos puntos ha sido toda una virguería artesanal.
Después de analizar el edificio puerta por puerta y ascensor por ascensor, los ingenieros comenzaron a trabajar sobre maquetas y prototipos hasta tener claro cómo lidiar con un coche desmontado a piezas por el interior de un edificio que es patrimonio histórico de la ciudad y que cuenta con maderas y cobres que datan de los años 30. Como para destrozar la decoración art-deco del Empire...
Ford y DST llevan colaborando desde hace seis décadas, cuando se enfrentaron al primer ascenso de un vehículo a la cima de Nueva York. Corría el año 1965, y aquel Ford Mustang descapotable se erigió en el único vehículo que ha subido el edificio norteamericano hasta más allá de su 103ª planta.
En aquella ocasión, el único problema grave al que se enfrentaron los ingenieros de Ford y DST fue el volante del Mustang, que sobresalía del cuerpo del descapotable, de manera que el equipo que se encargó del acontecimiento tuvo que jugar a encajar el vehículo inclinándolo al pasar por algunas puertas.
En 2014, la operación ha resultado bastante más compleja que eso. A esas alturas resulta imposible acceder con una grúa desde la calle, y tampoco es posible utilizar un helicóptero, debido a la proximidad de la antena de 130 metros que corona el edificio.
Como cuentan desde la marca, a pesar de que la nueva generación del Mustang haya evolucionado tanto en lo tecnológico frente a su antepasado, a veces es necesario un poco de artesanía de la vieja escuela para superar según qué retos. El amplio horario del edificio, que está abierto de 8 de la mañana a 2 de la madrugada en la ciudad que nunca duerme, era un escollo más que debían superar los encargados del montaje y traslado del vehículo. Para entrenarse, el equipo estuvo montando el coche una y otra vez, durante días, bajo la presión del cronómetro.
Para facilitar estas y otras operaciones previas, se elaboraron dos prototipos con los que trabajar antes de que llegase hasta el 350 de la Quinta Avenida el que sería el Ford Mustang elegido para observar la isla de Manhattan desde el que hoy es su edificio más alto.
Allí permanecerá expuesto el Ford Mustang hasta mañana para celebrar el 50 aniversario del inicio de la comercialización del modelo. Cuando el mirador del edificio cierre al público a las 2 de la mañana del 18 de abril, comenzará el proceso de desmontaje y el Mustang abandonará el Empire State Building antes de que este reabra sus puertas el día 19 a las 8 de la mañana.
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