Con el paso del tiempo la tendencia por fabricar vehículos con carrocerías duras y fuertes ha cambiado dando paso a vehículos que cada vez son más seguros, tanto para los ocupantes como para los demás usuarios de las vías de circulación, gracias al empleo de carrocerías con deformación programada.
La mencionada deformación consiste en absorber la máxima cantidad de energía generada como consecuencia de un choque, sacrificando todos los elementos de la periferia del vehículo. Con ello se consigue frenar la energía liberada en el impacto para evitar la transmisión de cargas extremas al resto de los ocupantes del vehículo.
Carrocerías inteligentes
Todos los elementos del vehículo se encuentran fabricados en diferentes espesores y materiales donde cada uno de los mismos tiene programada su deformación. Dichos elementos son estructurales de la carrocería, además su diseño se centra, tanto en la geometría como en la disposición de los puntos fusibles, permitiendo su deformación, absorbiendo la energía generada.
La deformación programada de la carrocería se lleva a cabo en unos puntos de la carrocería establecidos por el fabricante
Una carrocería con deformación programada permite que se absorba hasta cierto punto la magnitud e intensidad del impacto, dirigiendo la energía de manera programada y en unos puntos previamente establecidos por el fabricante.
Este comportamiento se logra a través de los pliegues, canales, orificios, largueros y refuerzos, cuya ubicación es muy importante, por ello se colocan de manera estratégica con el objetivo de que actúen de manera progresiva, distribuyendo las fuerzas recibidas en la colisión mediante los concentradores de refuerzos.
El empleo de elementos retráctiles para la deformación programada
Dentro de los elementos de deformación se emplean aceros de diferentes resistencias y se aprovechan sus formas geométricas y los espesores de la lámina, además de llevar a cabo en los mismos un tratamiento térmico focalizado. También se utilizan elementos retráctiles colapsables, tales como la columna de la dirección colapsable o los soportes del motor, los cuales han sido diseñados para evitar la penetración de estos elementos dentro del habitáculo.
Los elementos de deformación y absorción de impactos se encuentran en la partes anterior y superior del vehículo
La finalidad de la carrocería es la de proteger la vida de los ocupantes, para lograrlo su estructura cuenta con una jaula donde se protejan los mismos. Los elementos de deformación y absorción de impactos se encuentran en la partes anterior y superior del vehículo.
Uno de los puntos más críticos de los automóviles en materia de accidentalidad se encuentra en las puertas, razón por la cual se han empleado y acondicionado barras laterales de refuerzo en las mismas, techo y piso, que han sido fabricados en acero de alta resistencia formando una jaula, de ahí su nombre.
En realidad lo que se busca con la mencionada jaula es que, en caso de impacto o vuelco, ésta mantenga su forma y sus partes deformables absorban la mayor parte de la energía.
¿Qué sucede al recibir un impacto?
Cuando se produce una colisión, cada elemento de los que constituyen la carrocería se comporta de diferente manera con la finalidad de liberar la energía producida por la colisión lo antes posible, sin que llegue a afectar a sus ocupantes. De esta manera, lo que se consigue es que el habitáculo se transforme en una jaula de protección.
En función del tipo de impacto la deformación de la carrocería no es la misma. Por ello es importante conocer cómo se deforma la carrocería y en qué lugar se distribuye la energía.
Comportamiento ante impacto frontal
Si el impacto es frontal los primeros elementos en absorber la energía son los largueros, tanto inferiores como superiores, que se suelen doblar de manera controlada, atenuando y absorbiendo la energía.
Los primeros elementos en absorber la energía en el impacto frontal son los largueros
Dichos largueros suelen estar unidos por uno o dos travesaños dependiendo del tipo de carrocería que se encarga de distribuir la energía por toda la base del vehículo. Los refuerzos longitudinales de los largueros situados debajo de las puertas y que han sido reforzados con tapiques interiores garantizan el sólido apoyo de las ruedas.
Y en impacto lateral...
Cuando se produce un impacto lateral es más difícil de disipar la energía absorbida, ya que ocurre en zonas débiles del chasis que disponen de amplios huecos mínimamente reforzados. Por este motivo, la protección se lleva a cabo en la estructura con el fin de evitar el hundimiento de las ruedas y garantizar la protección de los ocupantes en caso de impacto.
Los montantes de la carrocería deben de ser lo suficientemente rígidos para soportar el impacto y que no se deformen con facilidad. En esta situación, la energía es conducida por los largueros y travesaños, sin llegar a entrometerse en el vehículo.
En el caso de que el impacto sea trasero
Aquí la distribución de la energía se realiza de manera parecida al impacto delantero con el fin de evitar la deformación del vehículo.
Ante un fuerte impacto puede ocurrir que la energía llegue a disiparse hasta los largueros de la parte trasera
En el impacto trasero se puede dar el caso de que el vehículo haya sufrido una colisión en la parte frontal y se encuentren deformaciones en la parte delantera. Cuando se produce esta situación se debe a que la colisión ha sido de gran envergadura y la energía ha llegado a disiparse hasta los largueros de la parte trasera del vehículo.
Los modelos de Toyota, de los más seguros en pruebas de colisión
La utilización de materiales ligeros, como láminas de acero y aluminio de baja resistencia, aparte de rebajar el peso de la plataforma aportan una mayor resistencia al chasis. Una solución que aplican los modelos de Toyota y que les ha servido para obtener la máxima puntuación en las pruebas de colisión realizadas por EuroNCAP. Prueba de ello es que modelos como el Yaris, el Avensis, el Auris, el Prius, el RAV4 y ahora el nuevo CH-R, obtienen las cinco estrellas en los mencionados test.
El empleo de distintos componentes que absorben la energía, incluidos los soportes del paragolpes y la dotación de una bandeja interior – en el Auris, por ejemplo -, ayudan a reducir al mínimo la energía en caso de colisión, permitidendo la optimización de la protección de impactos en los peatones Y manteniendo una línea de capó más baja que los vehículos de la competencia. Además, sus nuevas carrocerías, diseñadas para ofrecer una protección óptima a sus ocupantes, cuentan con múltiples caminos de carga y absorción de impactos.