Uno de los mayores problemas que existen para la implantación masiva de los vehículos eléctricos es la falta de puntos de recarga a lo largo de toda la geografía. Si pudiéramos aparcar el coche en cualquier sitio, y al mismo tiempo se quedara recargando, seguramente muchos no dudarían en cambiar, a pesar de su limitación en los viajes largos, lo cual se podría solucionar con puntos de recarga rápida en las autopistas y autovías.
En las grandes ciudades no es suficiente con la instalación de unos pocos puntos de recarga para un uso masivo del vehículo eléctrico. Primero te tiene que venir medianamente bien la cercanía de ese punto a tu lugar de trabajo o domicilio y segundo no pueden limitarte a estar aparcado en ese mismo sitio, aunque sea pagando, durante un tiempo muy limitado, pues puede no ser suficiente para la recarga necesaria.
En la ciudad de Berlín se han dado cuenta de este problema y ya han empezado a instalar puntos de recarga en las farolas públicas. La compañía Ubitricity se ha propuesto instalar 100 puntos de recarga en farolas antes de final de año, con el objetivo de pasar de las 1.000 a finales de 2014.
Para lograr este objetivo la compañía Ubitricity planea invertir cerca de medio millón de euros. Aunque actualmente el coste de la conversión de una farola se estima es de 400 euros, ese coste se vería reducido a medida que se fuera incrementando el número de instalaciones efectuadas, para ello tan solo sería necesario seleccionar adecuadamente las farolas a convertir y que estas se encontrasen cada vez más cerca unas de otras.
La única desventaja que supone la instalación de puntos de recarga en farolas es el hecho de que la recarga no puede ser rápida, al tener que tratarse de una toma de corriente estándar, por lo que se debe de permitir en esos puntos de recarga la permanencia del vehículo durante largos periodos de tiempo y no limitarla a tramos de 2-3 horas como máximo.
Aunque esta no es la primera iniciativa de este tipo, pues iniciativas como esta ya han surgido varias anteriormente y de distinto tipo, incluso en nuestro país, si es la más ambiciosa de todas ellas, al pretender establecer el punto de recarga como algo común y asequible en las ciudades, pues ahí donde hay un punto de luz podría haber un punto de recarga.
En el año 2009 ya Endesa creó un consorcio con otras 10 empresas para aprovechar el alumbrado público e integrar servicios extras en las farolas, que podrían ir desde conexiones WI-FI hasta puntos de recarga de vehículos eléctricos, pero el proyecto se quedó en nada.
Posteriormente en el año 2010 un acuerdo entre Telefónica y Endesa llevó a la instalación de un punto de recarga en una cabina telefónica, situada en la Ronda de la Comunicación, donde tiene su sede Telefónica en Madrid, y otra en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, ambas con zona de aparcamiento específica para vehículos eléctricos. La idea, a pesar de ser muy buena y darles una nueva vida a las cabinas no tuvo continuidad.
En ciudades como Nueva York esta posibilidad de utilizar las cabinas de teléfono como puntos de recarga ya la están contemplando, e incluso han lanzado un concurso de ideas para resucitar las cabinas a una nueva vida. Mientras tanto, oras ciudades, sobre todo de países nórdicos, ya disponen de enchufes en sus farolas, aunque no se utilicen para la recarga de vehículos, como en la ciudad sueca de Ystad, donde en pleno centro las farolas disponen de tomas de corriente trifásica, que bien podrían ser utilizados.
Estoy seguro que con la cantidad de farolas existentes en las calles, si se pusiera una toma de corriente en ellas, y se cobrara la electricidad de alguna forma a un precio razonable, el vehículo eléctrico progresaría mucho más rápido de lo que lo está haciendo y la instalación de esos puntos, realizada a gran escala, seguro que saldría a un precio más que amortizable.
Vía | Elektroauto En Motorpasión Futuro | V-Pole: El poste que lo mismo carga un coche eléctrico que te da acceso a internet, Cabinas de teléfono y 7-Eleven como futuros puntos de recarga en Nueva York