Volvo sigue desarrollando nuevos sistemas de prevención de accidentes y conducción autónoma. El año pasado ya os contamos que Volvo estaba probando un sistema de detección de animales para evitar atropellos. También conocéis el piloto automático temporal de los trenes de carretera SARTRE, que Volvo ha estado probando por autovías españolas en mayo.
Pues bien, además de estos, pero aprovechando igualmente los sensores ultrasónicos, radares y cámaras que se utilizan ya para ellos, y dándole una vuelta de tuerca más, Volvo ha presentado dos nuevos sistemas: la conducción autónoma en los atascos de tráfico, y el frenado automático en las intersecciones.
El sistema de conducción autónoma en los atascos de tráfico no es el primero en llegar, pues Audi a principios de este año ya había presentado un sistema y Ford hace poco presentó también el suyo. Este sistema consiste en que el coche por sí solo acelera, circula centrado en el carril, mantiene la distancia de seguridad, y frena cuando detecta que el coche que nos precede lo hace.
Todo esto lo hace con suavidad, y sin que el conductor tenga que hacer nada (más que activar el sistema pulsando un botón). Además repite las acciones de arrancar y parar en un atasco todas las veces que sea necesario, liberando al conductor de ese estrés, y haciendo que el atasco se pase un poco más cómodamente, y de paso también evita un alcance por descuido.
El sistema controla la dirección y hace girar el volante con accionadores eléctricos. No solo sigue el carril centrado entre las líneas pintadas en la calzada, sino que también puede esquivar por ejemplo unos conos que delimitan un obstáculo o estrechan el carril por obras.
Frenado automático en las intersecciones
El sistema de frenado automático en los cruces, o por ahora también llamado apoyo en las intersecciones, es una evolución del sistema Volvo City Safety de frenado automático. Lo que sucede es que ahora no solo está programado para frenar el coche por sí solo si detecta un obstáculo justo delante de nosotros.
Ahora también vigila el entorno alrededor del coche, hasta una distancia de 80 metros, controlando los laterales, de modo que si vamos a avanzar en un cruce y "no hemos visto" un coche que se aproxima por la derecha, el coche frena para evitar el accidente.
Del mismo modo si estamos en un cruce y vamos a girar a la izquierda (es el caso de la foto y del vídeo) y no hemos visto un coche que viene en sentido contrario cuya trayectoria se intersecaría con la nuestra, el coche de nuevo frena automáticamente para evitar la colisión.
Este sistema está pensado tanto para evitar un despiste propio del conductor (el típico "¡Ahí va! no lo ví"), como un despite ajeno a nosotros, por ejemplo de un conductor que se salte el stop o el semáforo en rojo de un cruce, y se eche encima nuestro. El sistema reacciona más rápido que nosotros y frena para evitar el choque.
No solo detecta a otros vehículos, también reconoce a los peatones y si ve que al girar en un cruce podemos atropellar a uno, despistado él, o descuidados nosotros, también frena automáticamente para evitar el atropello.
Lógicamente el conductor sigue siendo quien conduce, y sigue teniendo la obligación de hacerlo con responsabilidad y concentrado en ello, estos sistemas solo actúan cuando el conductor no lo hace por sí mismo cuando debe.
Por el momento estos dos sistemas son todavía experimentales y no hay una fecha específica para su incorporación en un coche de producción. Eso sí, Volvo los incluye dentro de su plan 2020, así que irán llegando para antes de ese año.
Vídeo | YouTube En Motorpasión Futuro | Volvo prueba los trenes de carretera del proyecto SARTRE en España