Alemania se quiere ir electrificando, y a ser posible, con coches hechos en su país. Tienen el objetivo de tener un millón de unidades circulando en 2020. Es un objetivo bastante más realista del ex ministro de Industria Miguel Sebastián y sus previsiones del país de la piruleta y la gominola.
Incluso el jefazo de Volkswagen cree en ese objetivo. Ahora mismo VAG tiene 14 modelos con propulsión alternativa, pero si se anima el mercado pueden soltar hasta 40. Eso son palabras mayores. La mayor apuesta por la tecnología eléctrica, a día de hoy, es indiscutiblemente de Renault-Nissan, y a su escala, Tesla.
¿Y cómo llegar a un millón de unidades, si el año pasado se vendieron menos de 4.200 en su país? Para empezar, hay que contabilizar los híbridos, a fin de cuentas, son medio-eléctricos. Además, la tecnología híbrida enchufable tiene mucho potencial de crecimiento según varios fabricantes.
No tiene los inconvenientes del eléctrico pero sí parte de sus ventajas, es el término medio total entre el coche convencional y el 100% eléctrico. Los fabricantes quieren sacar más modelos así, pero no ven que los consumidores estén muy por la labor. En plena crisis no sé qué esperan.
Toyota y Honda en la parte híbrida, y Renault-Nissan en la parte eléctrica, han demostrado que cuando alcanzan precios razonables, sus coches se convierten en elecciones totalmente válidas y hasta éxitos de ventas. Para eso hay que acometer grandes inversiones y ser competitivos en costes.
La industria alemana se ha quedado algo más rezagada, tradicionalmente no son de hacer cosas arriesgadas. Van con retraso tanto en híbridos como en eléctricos, pero poco a poco le van poniendo solución. ¿Es posible llegar al millón? Sí, pero de 2015 a 2020 más vale que se pongan las pilas, porque cada año que pasa, está más difícil llegar a esa meta.
Vía | Automotive News
