Si esta misma semana conocíamos la propuesta de Renault de fabricar un Renault ZOE con una autonomía superior a los 400 kilómetros para 2020, Toyota se ha postulado al respecto de forma más pesimista. No en cuanto al modelo en concreto, sino al futuro del coche eléctrico en general. Una prudencia que ha partido de las palabras de su máximo responsable en su división de híbridos y eléctricos, Satoshi Ogiso.
Quizá porque arrastre cierto sentido común, o quizá porque las apuestas a largo plazo del fabricante son de una diversidad energética más amplia, lo cierto es que no se ha cortado en decir que no hemos de esperar ver una tecnología de vehículo eléctrico madura en menos de 10 años, y que si despega, el impacto medio-ambiental será insustancial y al mismo tiempo, el abastecimiento eléctrico se convertirá en un verdadero escollo.
En esa línea, Ogiso declara que serán necesarios al menos 10 años para alcanzar los 500 kilómetros de autonomía para los vehículos más comerciales. En esta estimación habla de tener muy en cuenta los tiempo de carga, ya que, aumentar la capacidad de un coche eléctrico significa recargas más largas.
Desde Toyota reconocen que los vehículos eléctricos constituyen una buena solución, pero que no es perfecta. A largo plazo se han de tener en cuenta más recursos energéticos. Por eso, apuesta por no abandonar en sus investigaciones los combustibles líquidos o el Hidrógeno, dando especial importancia a la diversificación.
Sus palabras son fieles a la línea que Toyota parece que tomará en los próximos años. Entre otras apuestas, la que más llama la atención es la de su tecnología de pila de combustible de Hidrógeno que montará el Toyota FCHV, recientemente presentado en el Salón de Tokio.
No es baladí que escuchemos por parte de los responsables de Toyota, junto a otros fabricantes que desarrollan tecnologías similares, como Honda, recalcar una y otra vez los tiempos de carga de los vehículos a Hidrógeno, o como es el caso, subrayarlos como una gran desventaja para el coche puramente eléctrico. Es lógico pensar que ante una futura competencia tecnología esos serán los flancos del combate.
Toyota sigue utilizando baterías de níquel metal hidruro en la mayoría de sus modelos, trabajando para dar el paso a una siguiente generación de baterías de iones de litio. Con todo, el jefe de desarrollo de la sección híbrida y eléctrica del fabricante no descarta abrazar la tecnología del coche eléctrico si esta sufre un avance considerable.
En cuestión de tiempos de carga, esta misma semana os contábamos las virtudes del grafeno para acelerar los procesos. Avances que de conseguir aplicarse podrían rebatir estas últimas hipótesis de Toyota.
Vía | Motoring.com.au En Motorpasión Futuro | ¿Cuántos kilómetros de autonomía serían suficientes para un coche eléctrico?, Bosch espera que el coche eléctrico llegue a 300 km en 2020