La rumorología ha fallado estrepitosamente esta vez, el Tesla Model S no va a tener más autonomía. Tendremos que esperar unos años para poder rebatir la afirmación de Elon Musk sobre la necesidad de prohibir legalmente los coches conducidos por humanos, pero cuando anunció que acabaría con la ansiedad por la autonomía todos esperábamos otra cosa.
Tesla ha presentado una actualización de software para el Model S que, al margen de su posible complicación tecnológica, nos deja un poco fríos. Al fin y al cabo no es más que una aplicación que calcula las rutas a realizar en función de los puntos de recarga disponibles para que no nos quedemos tirados con la batería agotada.
Sí, según Musk con este sistema será imposible agotar la batería (a no ser que lo hagamos conscientemente) porque la ruta se diseñará teniendo en cuenta la autonomía disponible, desniveles, el viento, la velocidad y la ubicación de los puntos de recarga. Vamos, como cuando en el navegador eliges ruta ecológica o rápida pero más elaborado, nada de nuevas baterías o motores más eficientes.
Sensacionalismos aparte, en tres meses el Model S contará con un sistema de dirección automática capaz de guiar el coche, por ejemplo, de San Franciso a Seattle sin la intervención del conductor. Esto llegará con la actualización 7.0 y sólo estará disponible en autopistas, no hay que confundirlo con la conducción autónoma.
Este sistema puede desarrollarse aún más y llegar al punto de poder llamar al coche y que venga él solo a buscarnos, como hacía Michael Knight con El coche Fantástico. Pero para esto queda camino por recorrer y muchas trabas legales que superar.
