Como alternativa a la compra clásica y el alquiler a corto plazo tenemos el término medio, renting. En esta modalidad hacemos una aportación inicial (opcional), pagamos la mensualidad y tenemos todos los gastos cubiertos menos el combustible, peajes, lavados y multas. Es muy utilizado por empresas, fundamentalmente.
Tenemos el caso concreto de Arval, que tienen ahora mismo 500 coches híbridos en régimen de renting. No especifican qué modelos, pero dicen que su coste es solo un 2% superior a un coche convencional de las mismas características, contando con las subvenciones del IDAE a esta modalidad de alquiler.
Para un plazo de cuatro años (-44- 48 meses) y 80.000 km, la media que una empresa se gasta en un híbrido es 500 euros al mes (alquiler, mantenimiento, seguro, combustible e IVA no deducible). Dependiendo del tipo de recorrido, la diferencia en combustible puede ser notoria respecto a un coche convencional.
Hurgando en la página de Arval, solo puede haber dos modelos híbridos, el Honda Insight (versión Elegance) y el Toyota Prius (versión Eco), es decir, las versiones iniciales de cada coche. El Honda cuesta 362 euros mensuales y el Toyota 409 euros al mes, en ambos casos sin IVA.
Para el primer coche hay que hacer una aportación inicial de 1.431 euros, para el segundo, 1.819 euros. En otras empresas de renting encontraríamos precios parecidos, por ejemplo en CaixaRenting. El Insight saldría a 419,28 euros al mes y el Prius a 510 euros al mes, en ambos casos sin IVA, y sin hacer aportación inicial con el mismo plazo de renting.
Esto no hace más que demostrar el hecho de que los coches híbridos tienen precios muy competitivos hoy día, en parte gracias a las subvenciones. No siempre fue así. Con los coches eléctricos acabará pasando lo mismo, hasta que sean una opción más, y dependiendo del caso, puede ser la opción óptima.
Fuente | ION Comunicación