Con vosotros, el Sheriff del condado de Iredell (Carolina del norte). Está repostando GLP (o autogas) a uno de sus Ford Crown Victoria, un patrullero con un fiable pero tragón motor V8. La conversión a gas se la ha financiado el narcotráfico, pero no en el modo que alguno pensará, sino legalmente.
Utilizando el dinero de los decomisos a narcotraficantes y la subasta de los bienes requisados, ha convertido 13 coches patrulla a gas, pero quiere llegar a 50. Los beneficios, instantáneos, la conversión le sale “gratis” y ahorra un 40% en combustible para servir y proteger mejor.
Es una tarea de limpieza doble, no solo combate contra la delincuencia, también contra la contaminación y la dependencia energética. El gas que echa a sus coches es fabricado localmente. Una conversión normalmente hay que amortizarla porque vale de 1.500 a 3.000 euros, pero en este caso, empieza a ahorrar desde el primer kilómetro.
Esto sí que es lavar el dinero.
Vía | Autoblog Green
Fuente | Alliance AutoGas