La capital de China, Pekín, trata de incentivar por todos los medios la compra de los vehículos eléctricos para paliar la profunda contaminación que sufre, pero no solo aportando ayudas directas a la compra de los vehículos, como se está haciendo en algunos países, se consigue eso, también hay que invertir en infraestructura de recarga.
Actualmente tan solo existen en Pekín 20 estaciones de recarga pública y las intenciones de la municipalidad es conseguir que los residentes puedan disponer, al menos, de un puesto de recarga pública por cada cinco kilómetros cuadrados y de esta forma acabar con la ansiedad por la recarga y favorecer la venta de los vehículos eléctricos.
Para intentar alcanzar esta meta lo antes posible, Pekín debe empezar a construir cargadores públicos cuanto antes y a gran escala, sobre todo si desea que antes de final de año haya 1.000 estaciones de recarga funcionando en sus calles como un primer objetivo.
Vía | Inside EVs En Motorpasión Futuro | China también se apunta a la guerra por el estándar de carga rápida
