El gobierno holandés se plantea si los conductores deberían pagar un impuesto dependiente de los kilómetros realizados, en lugar de los existentes de matriculación y rodaje. El usuario pagaría una cantidad proporcional a lo que realmente contamina y al uso real de las carreteras, mediante un medidor equipado en el vehículo. Las pruebas ya se han realizado y los resultados decidirán su aplicación.
La fórmula para el cálculo incluye factores como la eficiencia del coche, la hora y el día del trayecto y la ruta del mismo, el medidor estaría conectado mediante internet de forma contínua, y penalizaría la circulación en zonas de alta densidad de tráfico. Si bien la idea es mas equitativa con quien menos usa el coche, y por lo tanto contamina menos, tambien es cierto que los que dependen del vehículo para realizar su trabajo se verían mucho mas penalizados.
Se destaca en el estudio realizado con conductores reales que el simple hecho de tener el contador en el vehículo tiene un claro efecto psicológico, que quizás pueda redundar en un beneficio si por no pagar unos pocos céntimos terminamos bajando a comprar el pan sin mover el coche del garaje, o si empleamos mas asiduamente el transporte público. Quizás no sea la solución ideal, pero claramente ataca donde duele, al bolsillo y la comodidad.
Fuente | The NY Times
Vía | Autoblog Green
Imagen | William Murphy
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