Hoy me he puesto a cavilar acerca del sector del taxi. Tradicionalmente el taxi siempre ha sido una profesión muy dura y exigente para los vehículos que militan en ella. Eso me ha hecho pensar sobre qué tal encajaría en esta profesión el Opel Ampera, uno de los coches eléctricos más esperados actualmente.
En el sector del taxi hacen falta coches robustos, fuertes y nobles pero también han de ser económicos tanto en la compra como durante su uso. Normalmente a lo largo de los años, este mundillo siempre ha tenido sus “pesos pesados”, sus coches estrella que por tratarse de máquinas realmente buenas, inundaban las paradas de taxis de todas las ciudades españolas.
Quien no recuerda los Seat 1430 de la España en blanco y negro, los Peugeot 405 de la década de los 90 o el “monopolio” del Skoda Octavia a comienzos del siglo XXI. Hoy en día el dominio lo ejercen los híbridos gracias al Toyota Prius. Pero… ¿Podría el Opel Ampera conquistar el sector del taxi dentro de no mucho tiempo? Vamos a descubrirlo.
Hoy en día la situación de los taxistas no es la mejor posible. En general, los periodos de crisis no suelen ser buenos para ningún negocio, pero es que a esto de la crisis, los taxistas también tienen que soportar los precios de los combustibles más altos jamás vistos en este país.
De momento en España el taxi esta fuertemente dieselizado con una presencia híbrida que va creciendo mes a mes por sus numerosas ventajas frente al gasóleo y además de todo esto ya contamos con el primer taxi eléctrico rodando por nuestras calles.
Dentro de este contexto me hago la pregunta ¿Que tal encajaría el eléctrico de autonomía extendida en el mundillo del taxi? sobre el papel y a primera vista podríamos pensar que es el coche definitivo para estos menesteres. Electricidad en ciudad y autonomía en carretera, ¿Que puede salir mal?.
Bueno, desgraciadamente las cosas no son tan sencillas y en esto del taxi hay un montón de factores a tener en cuenta antes de lanzarse a comprar la que será tu herramienta de trabajo de los próximos años. Así que paso a resumir brevemente los pros y los contras del Opel Ampera vestido con los colores del taxi.
A favor
Bueno, es un coche eléctrico y con eso casi lo he dicho todo. En ciudad este automóvil es la panacea. Suavidad de marcha absoluta, fiabilidad, prestaciones de escándalo y lo que es más importante, gasto cero en combustible. La electricidad sale por “cuatro duros” como se suele decir.
Además si la cosa de la electricidad sale bien en esto del taxi, no sería nada descabellado pensar en postes de recarga en todas las paradas de taxis de España para asi ir cargando el “depósito” en lo que se espera a que lleguen los clientes.
También hay que tener en cuenta que al ser un coche eléctrico, no hace falta mantener el motor de gasolina encendido para proporcionar energía, calefacción o aire acondicionado a la cabina durante las horas y horas que se pasan los taxis en las colas de las paradas con la consiguiente contaminación y gasto innecesario de energía que ello conlleva.
La verdad es que son un buen puñado de ventajas de peso respecto a los coches que se usan hoy en día en el sector del taxi. Pero como todo, no es perfecto por lo que pasamos ahora a analizar sus contrapartidas.
Posibles debilidades del Opel Ampera como taxi
Bueno, hay una serie de aspectos que a mi me dan un poco de miedo. Son detalles que pueden hacer que un presunto “cochazo” pase a ser un coche normalito, como siempre, estoy refiriéndome a “cochazo” en lo que a la actividad del taxi se refiere.
Primero tenemos el precio. Contando descuentos, ayudas, subvenciones y estas cosas el Opel Ampera costará en nuestro país unos 41.700 euros aproximadamente lo cual puede ser incluso más del doble de lo que está acostumbrado a pagar un taxista por su herramienta de trabajo.
Cierto es que la diferencia de precios puede llegar a ser amortizable teniendo en cuenta los kilómetros que le hará un taxista al coche a lo largo de su vida. No sólo en combustible sino también en ruedas, pastillas de freno y recambios en general que el Opel Ampera debería de consumir en mucha menor medida por su condición de eléctrico.
Otro problema, y este no es moco de pavo precisamente, es que el Opel Ampera cuenta tan solo con 4 plazas homologadas por “culpa” de su configuración de baterías en “T”. Esto sí que puede echar para atrás a más de uno. Ya que en el taxi puedes perder unas cuantas carreras por este motivo.
También hay que tener en cuenta que el coche es tu herramienta de trabajo y con lo que te ganas la vida y por eso antes que nada lo que necesitas es una cierta sensación de seguridad y confianza. Ya que si te gastas 41.700 euros en un coche y luego resulta ser un fiasco… menudo percal.
Esto último se soluciona con el tradicional método del conejillo de indias. Dejar que se compre un colega aventurero el coche y ver que tal le funciona durante un par de años. Si ves que la cosa va bien y que es fiable pues ya sabes que comprar cuando te toque sustituir.
Algo así ha pasado con los Toyota Prius. Al principio era un modelo raro raro que no inspiraba ninguna seguridad pero gracias a unos pocos emprendedores hoy en día está en el top de los coches destinados para el servicio del taxi.
Por toda esta retaila de motivos tanto a favor como en contra, yo creo que el Opel Ampera si que puede tener madera de taxi y que no sería de extrañar verlo dominando las paradas dentro de no muchos años, aunque claro, debido a ese par de hándicaps de peso puede que esté totalmente equivocado.
Y vosotros ¿Que pensáis? ¿Triunfara en el mundillo del taxi o su presencia será más bien testimonial? Te toca a ti, cuéntanos tu opinión.