En 2008 puso el 2015 como fecha límite para que las carreteras estadounidenses contasen con un millón de eléctricos enchufables rodando, ahora el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, hace frente a los analistas que afirman que esa cifra sólo estará disponible a partir de 2018, y es que según ellos sólo se han vendido 50.000 eléctricos enchufables desde 2011.
El empujón al vehículo eléctrico que presentó Obama al congreso incluye 575 millones de dólares (438 millones de euros al cambio actual) que se sumarían a los ya existentes para el fondo de investigación y dos mil millones de dólares (1.526 millones de euros) para ayudar al país a alcanzar una situación menos dependiente del petróleo extranjero.
La intención, en palabras del propio presidente, es "continuar nuestra marcha hacia una independencia energética", algo que no sólo se mantendrá en el panorama de la movilidad eléctrica, también pretende que afecte a los trenes de alta velocidad y distintos ámbitos de la producción del país. Lejos de limitarse a brindar ese apoyo sólo al mercado eléctrico, también propone el gasto de 282 millones de dólares para desarrollar biocombustibles derivados del etanol de celulosa y las algas.
La propuesta finaliza con la intención de agilizar y hacer más atractiva la venta de eléctricos, esta vez ofreciendo el descuento a los distribuidores para que los precios reducidos puedan ser aplicados directamente a los vehículos. Las marcas, por descontado, ven en este tipo de movimientos una oportunidad para aumentar las ventas, aunque no se mojan sobre qué política de ayudas sería la ideal para conseguirlo.
Vía | GreenCarReports
