En un capítulo más de lo que deberíamos comenzar a llamar como "la cruzada contra el diésel", el ayuntamiento de Londres ha tomado una nueva medida: subvencionar a los que renuncien a la conducción de este tipo de motorizaciones.
La presión ejercida sobre la ciudad ha podido lo suficiente para sacar adelante esta medida que beneficiará con hasta 2.000 libras (unos 2.500 euros) a quienes entreguen su diésel. A cambio, los que lo hagan, deberían sentirse suficientemente seducidos para adquirir modelos "más limpios". No obstante, para recibir el dinero los conductores no se prestarán a ningún compromiso, y la autoridad de Londres comenta que confía en la buena fe de estos (al contrario que en Francia, donde piensan en dar hasta 10.000 euros, pero a cambio de comprar un coche eléctrico)
No están siendo unos meses sencillos en materia de medio ambiente para las autoridades londinenses. A finales de julio se anunciaba el nuevo peaje de entrada al centro de la ciudad, que consistía en penalizar más a los conductores de los vehículos diésel. Pasadas unas semanas, la gestión de este asunto por parte del ayuntamiento volvía a ser noticia, con las acusaciones de manipulación de los datos de medición de emisiones contaminantes.
Puede resultar lógico para las autoridades ocultar los detalles de este problema, pero eso sí, viene desprovisto de buena fe. Y es que durante los últimos dos años en Oxford Street se llegaron a a alcanzar cifras de récord de 92 a 135 µm/m3 de NOx.
Ya os hemos contado muchas veces los efectos de las emisiones en concreto producidas por las motorizaciones diésel sobre la salud. Sirvan, entre muchos otros estudios, los que demuestran que su humo es carcinógeno. En Londres se estima que durante el año pasado 4.300 personas murieron prematuramente como consecuencia de la mala calidad del aire.
¿Cómo sacar de las calles a 150.000 coches diésel desde ya?
Esta abrupto cambio de rumbo para grandes ciudades como Londres, o como París (en Madrid algo se ha hecho también últimamente), responde a la presión de múltiples frentes, mientras que los ciudadanos que hace unos años fueron incentivados para comprar un coche con motorización diésel pueden sentirse aturdidos, y ciertamente defraudados.
No lo decimos nosotros, sino el propio alcalde de Londres, Boris Johnson:
Podemos hacer una campala de recorte del diésel para estimular la compra de vehículos más limpios. Creo que estamos hablando de compensar con hasta 2.000 libras a la gente que fue seducida para comprar un coche diésel, lo siento por ellos.
La medida para aquellos que se "dieselieron el gustazo" aspira a borrar de las calles a 150.000 modelos diésel. En cuanto al requisito de la antigüedad de los vehículos que se entreguen, tan sólo deben contabilizar más de 12 meses. Veremos cómo evoluciona el asunto, lo cierto es que cada vez observamos más que esa cruzada contra el diésel se intensifica, y debería amenazar con contagiarse a otros puntos de Europa, tradicional e industrialmente más apegados a estos humos.
Vía | Ayuntamiento de Londres
En Motorpasión Futuro | Francia quiere dar 10.000 euros por la compra de un coche eléctrico si se entrega a cambio un diésel, Japón y su histórica alergia hacia el motor Diesel