Según la cuarta edición de "El Barómetro del Vehículo de Empresa" (CVO), un estudio realizado por la empresa de renting Arval (del grupo BNP Paribas), entre más de 4.500 empresas y gestores de flotas, en 15 países europeos (hecho público ayer), el interés de las empresas españolas en adquirir un vehículo eléctrico para su flota ha caído un 90%, y también ha descendido su interés por un híbrido un 47%, con respecto al año pasado. Según parece debido a las dificultades y retrasos en su implantación y desarrollo de infraestructuras.
Solo un 2% de las empresas españolas apostaría por un vehículo eléctrico antes de 2014 (cuando el año pasado era el 21%). Es curioso que no solo ha descendido el interés por estos dos tipos de vehículos en España, en el resto de Europa también. Aún así los vehículos híbridos serían condiserados por el 16% de las empresas españolas y el 22% de las empresas europeas.
Entre los principales motivos que se argumentan para no inclinarse por este tipo de automóviles están la todavía poco versátil oferta (y además bastante reducida) y la escasa autonomía. Y al menos a mí, me resulta llamativo que un 19% de las empresas encuestadas en España dicen también que, les frena su interés por los eléctricos la falta de talleres especializados.
Según la empresas españolas, salvo alguna excepción, un vehículo eléctrico que se pudiera adaptar a sus necesidades de uso, debería tener una autonomía por carga de unos 300 km (mientras que ahora mismo lo más habitual es que los coches eléctricos tengan unos 150 - 175 km).
Sobre los talleres especializados, temen sufrir una avería en el coche eléctrico y no encontrar un taller en el que puedan atenderles. Este temor lo encuentro un tanto injustificado. Las marcas generalistas que están empezando a comercializar coches eléctricos (o que lo van a hacer de manera inminente) como Nissan, Mitsubishi, Renault, Citroën, Peugeot, etc) tienen una amplia red de concesionarios y talleres repartidos por el país, y además un vehículo eléctrico es mecánicamente más sencillo.
Y si el temor es por la disponibilidad de los recambios, hay que recordar que los concesionarios cada vez almacenan menos en sus talleres y se funciona con almacenes centralizados y pedidos de piezas que se entregan, según el caso, en uno o dos días (en general). Tengo la sensación de que la gente tiene temor más por ser algo todavía desconocido, que por una cuestión de hechos objetivos (un coche híbrido no necesita infraestructura que ayude a su implantación, no hay que enchufarlo en ninguna parte y tiene una gran autonomía).
Menos eléctricos e híbridos, más coches de bajo consumo
Lo que sí convence a las empresas españolas, un 82% (casi el doble que el año pasado), son los coches tradicionales, con motor de combustión interna, de bajo consumo (está claro que los altos precios de la gasolina y el gasóleo, debido a un petróleo que no baja de precio, pesa mucho para empresas y para particulares).
Otro dato (desde mi punto de vista triste dato) es que las empresas españolas tienen poco interés por una "conciencia verde", es más, el 78% reconoce no tener iniciativa alguna para reducir sus emisiones de CO₂ (y el 80% dice no haber cambiado su política de automóviles para adaptarse a las nuevas normativas europeas sobre contaminación).
En este aspecto nos ganan en Europa, donde parecen tener más conciencia ecológica, casi un 40% de las empresas han puesto en marcha algún plan de reducción del impacto ambiental de su flota de vehículos.
Me temo que en España, salvo excepciones, nos cuesta más trabajo que a otros países apostar por la tecnología y por lo más ecológico y sostenible. Es una lástima (sobre todo porque no nos queda otro remedio que ir apostando por vehículos eléctricos y otras alternativas).
Vía | Ion comunicación Fuente | Arval En Motorpasión Futuro | ¿Debemos apostar por los vehículos eléctricos?, ¿Me servirá a mí un vehículo eléctrico?
