La Universidad de la Columbia Británica (UBC) en Canadá, está desarrollando un nuevo sistema de recarga inalámbrica para vehículos eléctricos que, en principio, tiene bastantes ventajas respecto a la tecnología actual.
Hasta ahora cuando hablábamos de recarga eléctrica inalámbrica pensábamos en inducción. Una fuente en el pavimento emite ondas electromagnéticas de alta frecuencia y potencia. En el vehículo tenemos un sistema encargado de absorber dicha potencia. Este método es el que emplean los cepillos de dientes o las vitrocerámicas de inducción.
El nuevo mecanismo basa su funcionamiento en imanes. Uno en la fuente, y otro en el vehículo para transmitir la energía. La ventaja, según sus desarrolladores es que con este sistema se mantiene la eficiencia en la transmisión de la energía y además se abarata el coste de los equipos.
Como sabéis hay cierta polémica sobre si las ondas electromagnéticas de alta potencia son "nocivas" para el ser humano. Esta tecnología utiliza señales de muy baja frecuencia en comparación con la inducción tradicional con lo cual se reduce casi a cero este indeseado efecto.
De hecho, el sistema fue originalmente diseñado para efectuar de forma inalámbrica la recarga de los marcapasos utilizados en medicina para las enfermedades de corazón. La eficiencia en la transmisión de energía ronda el 90% respecto a lo que se consigue mediante una recarga por cable convencional y es semejante a la que consiguen otros sistemas de recarga sin hilos.
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