El grupo financiero Jefferies ha hablado esta semana sobre el potencial de la fábrica de baterías , o gigafactoría, que Tesla Motors está levantando en Reno (Nevada), aportando una serie de datos muy interesantes para la industria de la movilidad eléctrica.
Tesla persigue con esta gran inversión abaratar el coste de las baterías al tiempo que busca nuevos desarrollos. Sabemos además que desde esta perspectiva, la del precio de las baterías, el panorama para el coche eléctrico es bastante esperanzador. En este 2015 el kWh ha bajado de los 410 dólares (367 euros), algo que no se esperaba que ocurriera hasta 2020. La proyección actual es que la fábrica de baterías de Tesla contribuya a una reducción considerable, dejando el kWh por debajo de los 100 dólares llegada la próxima década.
Así lo aseveran desde Jefferies, relacionándolo con la introducción de un cátodo más eficiente de litio níquel-cobalto-manganeso, doblando el porcentaje de silicio en el ánodo de grafeno o apostando por el electrolito sólido. Bajo esta ruta llegan a apuntar que el coste podría moverse en torno a los 88 dólares/kWh (78 euros/kWh). La llegada de la fábrica de Tesla también se vincula a estos desarrollos, y la buena noticia es que la fecha de su puesta en funcionamiento se acerca: se espera que la producción comience en 2016.
Esta no es la única fuente que este año ha destacado que la bajada del precio de las baterías abrirá las puertas al mercado para el coche eléctrico en la próxima década, haciendo más viables proyectos como el del Tesla Model III. Precisamente, el precio de los coches eléctricos sigue siendo uno de sus principales inconvenientes que frena su introducción. Con esta proyección, junto al aumento de la autonomía de los modelos enchufables, el viente parece soplar cada vez más a favor de la movilidad eléctrica.
Vía | Street Insider
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