A petición de un lector, y tomando como base la precuela de nuestro compañero Ibáñez, voy a hacer un análisis lo más acorde a la realidad que pueda con los datos que dispongo. El meollo del asunto es ver que es más rentable a día de hoy, si un diésel o un híbrido.
Es una duda de interés general. Muchas veces me han preguntado referido al Prius “¿Pero en carretera gasta más que un diésel, no?”. La verdad es que a priori la gente tiende a pensar eso por el escaso papel del motor eléctrico en autovía.
Antes que nada, para ilustrar esta comparativa, me voy a valer de dos ejemplos prácticos ya que hablar en general de este tema no siempre es fácil. Representando al bando de los híbridos me he decantado por un Toyota Prius que puedo presumir de conocerlo bien y además es un híbrido muy representativo.
En la esquina de los petroleros la elección es mas compleja ya que hay muchas y muy buenas alternativas en el mercado. Para ser justos y comparar coches del mismo segmento, creo que la elección es un Skoda Octavia 2.0 TDI 140 DSG.
Está claro que estos dos contendientes no representan totalmente a su grupo y que hay muchas más alternativas, sobre todo en el bando de los diésel. Si he escogido un Octavia es porque tiene buen motor diésel, un precio comedido y se le asemeja en tamaño al Prius.
Datos oficiales
Vamos a describir en primer lugar lo que ambos fabricantes nos prometen de sus coches sobre el papel. La típica información que nos podemos encontrar al ir al verlos a los concesionarios. Podemos empezar diciendo que ambos son coches del segmento C de carrocería larga, no son compactos.
El Skoda se puede comprar desde 23.840 euros en su versión CR TDI 140 DSG. Es un 2.0 turbodiésel cuatro cilindros en linea con raíl común de 140 CV y filtro anti-partículas que cumple Euro 5. Además este modelo siempre ha tenido fama de poco gastón.
El Toyota Prius en su versión Advanced vale 24.500 euros. Monta el sistema híbrido HSD de tercera generación con motor 1.8 VVT-i gasolina cuatro cilindros en linea 16 válvulas, admisión variable, ciclo Atkinson… Es de lo más puntero que hay en motores de gasolina eficientes hoy en día. El sistema en total rinde 136 CV.
Respecto al consumo uno de los temas básicos de esta comparativa, el Octavia tiene unos buenos registros homologados, aunque tampoco son brillantes. En ciudad consume 6,7 l/100 km en carretera gasta 4,5 l/100 km y el consumo mixto total es de unos 5,3 litros cada 100 kilómetros.
El Toyota Prius 3G tiene unas cifras mucho más radicales en ese aspecto. En su versión con ruedas de 17” pulgadas gasta 3,9 l/100 km en carretera 4,0 l/100 km en ciudad y un consumo mixto homologado de 4,0 l/100 km.
Con estas cifras parece que la batalla del consumo la debería de ganar sin ninguna duda el híbrido, pero no nos precipitemos. Todos sabemos lo mucho que pueden cambiar en la realidad los consumos homologados de los coches.
En el terreno prestacional, El Octavia tiene una caja de cambios de doble embrague de 6 velocidades, hace el 0-100 km/h en 9,6 segundos y alcanza una punta de 209 km/h. Pesa 1.415 kg en vacío y tiene un coeficiente aerodinámico de 0,30.
El Prius tiene unas cifras un poco peores: tiene una caja de cambios automática de variador continuo, hace el 0-100 km/h en 10,4 segundos, alcanza una punta de 180 km/h limitada electrónicamente, pesa 1.420 kg y su aerodinámica arroja un Cx de 0,25.
De los dos párrafos anteriores podemos extraer que el diésel tiene unas prestaciones un poco mejores fruto de un motor con más nervio, aunque la aerodinámica juega en su contra. No he conducido el Skoda, pero podría asegurar que en general es más rápido que el Prius.
El resto del equipamiento entre un coche y otro está bastante compensado. Hay detalles que tiene uno y que no tiene el otro y viceversa, aunque nada destacable. Los dos son bastante conocidos por ser iconos entre el mundo del taxi.
La suerte está echada. El Skoda parece que debería de ganar al menos en el asalto de consumo en autovía aunque probablemente sea derrotado por el Prius en lo que a consumo y desenvoltura urbana se refiere.
Y esta es la situación de contexto para nuestra competición de híbrido versus diésel. En la segunda entrega los resultados de esta comparativa. Análisis de consumos y en opinión de un servidor de cuando compensa más una tecnología respecto a la otra.
Ambas opciones tienen defensores y detractores. Ambos son motivo de peleas entre expertos de barra de bar. El híbrido ha venido para amenazar la supremacía del Tedeí en lo que a consumos se refiere y eso no le está gustando a muchos.
Continuará ...
