Desde que aproximadamente en los últimos dos años la conducción autónoma ha dejado de verse como un sueño lejano a una realidad que podría manifestarse en nuestras carreteras antes de lo que pensábamos, hemos ido observando diferentes reacciones de ciertos agentes tecnológicos sobre cómo podría afectar esta a las plataformas de alquiler y coche compartido.
Asimismo, muchos coinciden en que estamos en los albores de un cambio en los medios de transporte urbano tal y como los conocemos. Desde compañías como Google y la propia y tan polémica Uber ya se han atrevido a plantear que la suma entre conducción autónoma y alquiler va a generar una nueva modalidad de servicio, equivalente a lo que podría ser el servicio de taxi tal y como lo conocemos hoy, solo que sin taxistas y liberalizado.
Coches de Uber sin conductores
No es nuestra intención ser los legados del apocalipsis, ni mucho menos. Eso sí, nos gusta identificar, como es el caso, cómo la tecnología puede variar modalidades de transporte tan arraigadas. Algunos medios ya se están atreviendo a visualizar otra relación prometedora, la de Uber con Tesla Motors.
Evidentemente, no se ha llegado a consolidar ningún tipo de relación romántica entre ambas compañías, pero desde Uber ya han lanzado algún que otro guiño a los de Silicon Valley. El mes pasado, sin ir más lejos, el CEO de Uber, Travis Kalanick, manifestó la intención de que en el caso de que Tesla Motors produjera 500.000 coches autónomos en 2020, su compañía los compraría todos.
Otra de las teorías que se manejan en la industria es que sean los propios fabricantes los que lancen sus servicios, tal y como ocurre con algunas plataformas de carsharing. Es una cuestión que se le ha planteado ya al CEO de Tesla, Elon Musk, y sobre la que, de momento, no ha querido pronunciarse. Seguiremos atentos para recoger las próximas pistas de este asunto.
Fotos | Ooznu (CC) en Flickr
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