Según un artículo publicado por Reuters hace unos días, General Motors pierde dinero con cada coche eléctrico de rango extendido Chevrolet Volt (y Opel Ampera) que vende. Según los cálculos de Reuters, de acuerdo a los datos facilitados por varios expertos en fabricación y analistas de la industria del automóvil, cada Volt viene a costar entre 75.000 y 88.000 dólares (68.750 euros), pero Chevrolet lo vende por 39.145 dólares, así que pierde casi 49.000 dólares con cada coche (casi 38.300 euros al cambio).
Conviene aclarar que estas cifras son estimaciones de Reuters, no datos oficiales de GM. Reuters afirma que el Volt es un coche muy caro, con demasiada tecnología y mucha inversión en ingeniería y desarrollo, y que cuantos más venda Chevrolet más dinero pierde. Y además asegura que es un coche con poca demanda, y que no se conseguirán vender suficientes unidades como para reducir los costes de fabricación.
Es más, dicen que la excepcional cifra de ventas de agosto en Estados Unidos, donde se vendieron 2.831 unidades, fue debido a la agresiva promoción de leasing lanzada por GM, con la que se puede tener un Volt por 199 dólares (unos 155 euros) al mes, pero aún así no será suficiente impulso para llegar al objetivo de 40.000 unidades vendidas en 2012 (a día de hoy llevan solo unas 13.500).
De hecho, Reuters recurre también a la parada en la producción en la factoría del Volt durante cuatro semanas, para apoyar su argumento de que el Volt se demanda poco, y que será un fracaso para General Motors.
GM no ha tardado en responder a todo esto que ha difundido Reuters. Lo primero que dice la marca es que la estimación del coste de fabricación de cada unidad se ha calculado mal, porque se ha repartido el coste del desarrollo del producto (más de 1.200 millones de dólares, unos 937 millones de euros) entre el número de unidades vendidas hasta el momento.
Esos costes hay que repartirlos entre todos los Volt vendidos durante todo el período de vigencia del programa, y todavía faltan muchas unidades por vender. Además aclaran que todo lo invertido en investigación y desarrollo de baterías, gestión de estas, motores, recarga, freno regenerativo, y otras tecnologías, servirá para otros muchos modelos presentes y futuros que GM irá lanzando, y por tanto los costes también se deben repartir entre ellos (por ejemplo el Cadillac ELR).
GM reconoce que aún no está teniendo beneficios con el Chevrolet Volt, pero deja claro que es una inversión a largo plazo que se irá amortizando y finalmente dará beneficios con el tiempo. Sobre la parada de cuatro semanas de la producción, GM aclara que el stock de coches que almacenaban, casi todos correspondientes a reservas para exportar fuera de EE.UU., algo que va más lento que la fabricación, era excesivo para el espacio del que disponen en las campas. En cuanto salgan hacia los barcos y se libere espacio volverán a fabricar.
Más información | Reuters
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