Uno de los problemas que se nos presentan cuando conducimos con lluvia y de noche es que la luz de los faros incide directamente sobre las gotas de agua produciendo extraños reflejos que nos restan visibilidad. Sin embargo, el trabajo de un grupo de investigadores de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh, liderado por Srinivasa Narasimhan, podría acabar pronto con esta molestia.
¿Cómo? Con un faro cuya luz oculta la lluvia e incluso la nieve, aumentando la visibilidad de la carretera. De hecho, lo que hace el prototipo diseñado es evaluar la trayectoria de las gotas de agua, prever su posición futura y ensombrecer la luz justo donde se prevé que estará el agua a continuación, para evitar que el haz de luz incida en ella y se ocasionen los molestos reflejos.
El equipo necesario para conseguirlo consta, de momento, de unas cámaras, un ordenador y unos proyectores DLP, ocultando la lluvia sin apenas reducir la cantidad de luz emitida y con una latencia apenas perceptible, ya que el haz de luz se modifica cada 13 milisegundos.
En un escenario ideal, la pérdida de luz sería de un 2 %. Sin embargo, en pruebas realizadas con lluvia moderada y a velocidades de 30 km/h, las luces son capaces de eliminar la lluvia en un 70 % con una pérdida del 5 % de la luz emitida. En nieve, el sistema es menos eficiente, y oculta un 60 % de los copos a costa, eso sí, de perder un 15 % de la luz emitida.
Las investigaciones de Narasimhan continúan en el sentido de mantener prestaciones mientras aumenta la velocidad del vehículo. ¿Quién sabe si en un futuro la falta de visibilidad nocturna por la lluvia pasarán a ser cosas del pasado?
Vía | The truth about cars
Foto | Almaz UK
Vídeo | Cars in dimension (YouTube)
